Para muchos, las máquinas expendedoras son una imagen cada vez más frecuente en las explotaciones agrícolas. En ellas, los agricultores ofrecen directamente a los consumidores sus propias patatas, frutas u hortalizas, o las de productores cercanos. Sobre todo desde la pandemia de COVID, se ha producido un auge de este tipo de máquinas, lo que supone un gran beneficio para la empresa belga Vendavid. "Cada vez resulta más atractivo para los productores disponer de un canal de venta directa a los consumidores, como complemento a su cartera de clientes", explica Christophe David, director general de la firma.
Los orígenes de Vendavid, especializada en el desarrollo e instalación de máquinas expendedoras para explotaciones agrícolas, están en la compañía Inagra, de Pittem (Flandes). "Yo trabajaba en Inagra, que llevaba desarrollando este tipo de máquinas expendedoras desde 2008", explica. "Sin embargo, las antiguas instalaciones se quedaron pequeñas para el desarrollo tanto de máquinas expendedoras como de envolvedoras y prensadoras, en las que estaban especializados. A mí me interesaban más las máquinas expendedoras y esto me dio la oportunidad de continuar su producción y desarrollo en una empresa independiente". La producción de máquinas expendedoras para productos agrícolas es un nicho muy específico dentro de la maquinaria agrícola que requiere especialización y dedicación, por lo que empecé a buscar una ubicación propia y ahora estamos trabajando con Vendavid a 2 kilómetros y mantenemos una buena relación con Inagra, pero como empresas separadas".
La empresa se ha especializado en un producto concreto: las máquinas expendedoras que permiten a los productores agrícolas poner a la venta sus patatas, hortalizas y frutas las 24 horas del día, los 7 días de la semana, a cualquier persona interesada. "Lo hacemos sobre todo para aquellos productores que necesitan una mayor capacidad. Construimos e instalamos unos carruseles robustos con los que se puede tener de 4 a 8 niveles con compartimentos de entre 150 y 340 mm de altura. El número de compartimentos por nivel también es flexible y puede oscilar entre 8 y 23. Esto significa que en las máquinas expendedoras se pueden ofrecer hasta 184 productos distintos".
"Lo que la gente ponga luego en las máquinas expendedoras depende de ellos. Sirve tanto para patatas como para frutas y hortalizas. Sin embargo, hay un constructor de piscinas valón que las usa para botellas de agua con cloro para el mantenimiento de las piscinas. Son tan resistentes que se pueden utilizar para casi todo. Basta con enchufarlas y después se pueden colocar en el exterior y funcionan bien sin importar las condiciones meteorológicas".
Periodo álgido durante la pandemia de COVID
La empresa lleva unos siete años funcionando de manera independiente, pero Christophe vivió el periodo de mayor actividad durante la época del coronavirus. "Fue un auténtico boom. Las tiendas tuvieron que cerrar, así que una máquina expendedora era la solución para poder seguir vendiendo. Los pedidos se multiplicaban por cuatro, lo que nos exigía mucho como empresa", indica.
"Por supuesto, los plazos de entrega se alargaron un poco debido a dificultades para adquirir piezas, pero en general la cosa no fue del todo mal. Trabajábamos mucho con aprendices, hijos de agricultores de la zona que tampoco tenían nada que hacer y que podían ganarse un buen dinerillo extra con esto. Esto nos permitió soportar bien la mayor carga de trabajo. Mientras que nuestros competidores tenían plazos de entrega de hasta un año, nosotros logramos no superar los seis meses", recuerda Christophe.
"Ahora hemos vuelto a plazos de entrega de dos meses", prosigue. "El entusiasmo se redujo un poco tras el período de la COVID, pero la creciente concienciación sobre el valor de la producción local nos mantiene ocupados. Nuestros productos son algo más caros, aunque la capacidad mínima de nuestra máquina expendedora es de 60 compartimentos y se puede llegar a 184, por lo que si tenemos en cuenta el coste por compartimento, somos más baratos, pero eso significa que solo resultamos interesantes para las empresas que quieren instalar máquinas expendedoras más grandes. Eso sí, destacamos por una muy buena calidad que hace que no sea necesario realizar ningún mantenimiento, y además, queremos ofrecer siempre el mejor servicio posible, personalizado. Parece que nuestra estrategia funciona, porque nuestros clientes siempre vuelven cuando quieren instalar otra máquina expendedora en otro lugar. Hemos llegado a instalar 5, 6 o 7 máquinas expendedoras para varias empresas. El 30% de las máquinas expendedoras que fabricamos y colocamos son para clientes que ya tenemos".
Mercado en expansión
Como es natural, al principio Vendavid trabajaba sobre todo con clientes belgas, pero su cartera de clientes se fue expandiendo a Francia, Suiza, Polonia y los Países Bajos. "Desde hace poco, hemos incrementado también nuestra actividad en Alemania, donde hemos instalado ya entre 15 y 20 máquinas expendedoras, sobre todo para productores de patatas". Sin embargo, la empresa espera seguir expandiéndose en el futuro. "Con el tiempo, nos gustaría penetrar en aún más mercados. El Reino Unido o Austria, por ejemplo, nos parecen mercados con buenas oportunidades".
"En parte por este motivo, estamos desarrollando un nuevo módulo que podremos ofrecer a principios de 2025: una máquina de tipo taquilla. Se trata de una variante más pequeña, que resultará fácil de conectar a máquinas expendedoras ya existentes, y que permite ampliarlas con, por ejemplo, entre 10 y 20 compartimentos adicionales. Por supuesto, también es posible hacer lo contrario y empezar con una máquina de tipo taquilla y luego añadir una máquina expendedora. La unidad de pago funciona automáticamente en ambos módulos. También en este caso se optimiza el consumo de energía para reducirlo al mínimo. De este modo, esperamos continuar avanzando en los próximos años", concluye Christophe.
Para más información:
Christophe David
Vendavid
Sint-Amandstraat 20
8740 Pittem (Bélgica)
+32 472 915 479
[email protected]
www.vendavid.be