El granizo de la primavera pasada, que afectó prácticamente a todo Países Bajos y Bélgica, ha tenido un claro impacto en la fruta, afirma Mark Vernooij, de Urfruit. "En años anteriores había menos tolerancia con las pequeñas imperfecciones estéticas, pero esta vez hemos acordado junto a la mayoría de nuestros socios en el sector del retail y mayoristas relajar estas exigencias. Han hecho falta muchas conversaciones, pero juntos hemos encontrado soluciones adecuadas".
"La idea era poder vender la mayor cantidad posible de fruta a través de los canales de consumo y evitar que la mayor parte fuera a parar a la industria de transformación. En el retail, el objetivo principal ha sido que el producto se mantuviera asequible para los consumidores. Al fin y al cabo, unos requisitos estrictos se hubieran traducido en una menor oferta y, muy probablemente, en unos precios más altos. Es bueno haber logrado un acuerdo beneficioso para todas las partes", comenta el comerciante de peras.
Contraste en las ventas de noviembre/diciembre
"Las ventas se han mantenido estables, pero no muy altas. Esta tendencia la han observado también muchos compañeros. La campaña empezó con unas existencias más bajas. En los Países Bajos, las existencias iniciales han sido un 9% inferiores a las del año pasado, y en Bélgica han sido hasta un 30% inferiores. Sin embargo, durante la temporada se ha producido una evolución sorprendente. En noviembre, las existencias de Conferencia eran solo un 4% inferiores a las de 2023, pero en diciembre esta diferencia aumentó y se situó en un 8% menos. Según los datos de AMI, en noviembre se vendieron en Países Bajos 4 millones de kilos más de peras Conferencia que en el mismo mes de 2023, lo que supone un aumento del 19%", continúa Vernooij.
"Los precios se han mantenido un tiempo estancados. Había unas expectativas muy buenas, y poco a poco, los precios de las peras se han ido ajustando y vuelve a haber algo de movimiento en el mercado. Actualmente disponemos de un buen suministro. Sigue haciendo falta alguna que otra compra adicional para cubrir huecos, pero la mayor la cubrimos con nuestros propios cultivos o los de productores cuya fruta comercializamos nosotros", afirma.
Cambio de dinámicas
"Durante años, los precios de las peras los han dictado el retail y los comercializadores, dejando a veces de lado al productor. Algunos años, los productores se han llegado a ver obligados a vender su fruta por debajo del precio de coste. En la actualidad, sin embargo, parece que se está produciendo un cambio de dinámicas y que los productores están recuperando un poco el control; un paso que le exige también una cierta madurez al sector", explica Vernooij. "El nivel de precios que queremos debe alcanzarse de la manera más justa posible. Centrarse solo en tratar de obtener los precios más altos posibles conlleva el riesgo de acabar vendiendo demasiado poco. Esa es una situación que, como sector, debemos siempre tratar de evitar, porque el consumidor es quien decide en última instancia lo que está dispuesto a pagar por una pera".
"El precio es un factor determinante para que las ventas suban o bajen; sin embargo, debido al gran número de puntos de venta —desde los productores hasta las comercializadoras—, el asunto no se aborda como un colectivo. Esto coloca al sector en una posición más vulnerable, porque en la recta final de la temporada es más complicado hacer ajustes. El año pasado, el sector aprendió una valiosa lección, y esperamos que esa experiencia se tenga en cuenta para futuras decisiones sobre la comercialización de nuestro producto", prosigue Vernooij. "En lo que respecta al resto de la temporada, creemos que el periodo entre finales de febrero y principios de marzo será clave, porque los resultados a esas alturas determinarán el curso del resto de la campaña de comercialización".
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Mark Vernooij
Urfruit
Marketing 45
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