Este año es, sin lugar a dudas, único para la categoría de peras nacionales en Estados Unidos, con el foco puesto sobre todo en gestionar una oferta de peras del Pacífico más ajustada. "La primavera fue inusual y algunas variedades de pera, como la Bosc, se vieron muy afectadas y no produjeron tanto. Otras variedades, como la Bartlett, tuvieron que hacer frente a las heladas, que han reducido aún más la cosecha al disminuir el volumen de peras apto para la comercialización. En resumidas cuentas, es una de las cosechas más escasas de la historia reciente", afirma Mac Riggan, de Chelan Fresh.
En cuanto a variedades, las peras Bartlett terminarán probablemente a mediados o finales de febrero, y las Bosc van camino de terminar en marzo, unos dos meses antes de lo habitual. Se cree que la cosecha de Bosc es la que más ha bajado porcentualmente en comparación con otras variedades. Mientras tanto, las peras Anjou deberían estar disponibles hasta junio, si bien, normalmente, están disponibles hasta julio e incluso agosto.
El crecimiento del consumo
Al mismo tiempo, el consumo de peras ha crecido con la generación millennial, lo que se suma al reto de gestionar la oferta. "Hay gente a la que le encantan las peras, y he oído que a los millennials les gustan más que a otras generaciones, lo cual es positivo", dice Riggan. "Creo que aún queda trabajo por hacer para dar a conocer las peras y conseguir el compromiso de los consumidores. Puede ser algo tan sencillo como dar a conocer las Anjou maduras. Hablo con gente que creció comiendo peras crujientes y así es como creen que debe ser una pera. Están buenas, sí, pero no tanto como podrían estarlo si se madurasen adecuadamente".
Para ayudar a aumentar ese consumo, se están dando grandes pasos para mejorar la calidad gustativa de las peras, como importantes inversiones en cámaras de maduración y otras instalaciones. "El retail también debe rotar las existencias y asegurarse de que no se 'machaquen' cuando están un poco maduras", indica Riggan. "Es más fácil exponer las peras firmes que las que están en proceso de maduración".
La buena calidad que tienen las peras este año también está favoreciendo el consumo. Ahora mismo, la demanda ahora mismo es adecuada, aunque, según Riggan, la de Anjou ecológica no es tan fuerte como se preveía.
Lucha por el espacio en el lineal
Otro factor que influye en la evolución de las peras es el espacio en los lineales: si no hay suficiente oferta, se puede perder espacio.
Todo esto dificulta la fijación de precios este año. "Es difícil subir el precio FOB lo suficiente como para compensar el menor volumen", señala Riggan. "Este año va a ser difícil para los comercializadores convertir esta cosecha en un cultivo rentable para los productores. Al fin y al cabo, lo que marca el negocio de la pera no es tan simple como que la demanda supere a la oferta".
Aunque los precios de las peras son algo más altos esta temporada, también son más elevados en el retail, por lo que hay que hacer malabares para que no se frenen las ventas de fruta. "Cuando la situación es difícil, descubres a quién le interesa más tu producto; a un precio determinado, todo el mundo compra, pero a un precio más alto, son menos los que compran porque hay menos oferta", afirma Riggan.
Por otra parte, la reducción de la cosecha nacional probablemente se traduzca en un adelanto de las importaciones esta primavera.
Para más información:
Mac Riggan
Chelan Fresh
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