La demanda de cítricos fue muy favorable también en la semana posterior a San Nicolás. El mal tiempo, como es natural, tuvo mucho que ver, así como la mejora de la calidad con respecto a la semana anterior. Según el BLE, la disponibilidad fue suficiente para cubrir la demanda. En el caso de las clementinas, predominó la oferta española, sobre todo Clemenules y Oronules. En algunos lugares, los envíos griegos recibieron críticas por el exceso de semillas, lo que redujo las ventas. Los productos italianos se presentaban sobre todo con hojas, por lo que eran bastante más caros que los de la competencia. Las importaciones marroquíes ganaron importancia y fueron las más baratas de la gama de clementinas, pero en ocasiones tuvieron problemas con su estado.
Los lotes de mandarinas de ultramar habían desaparecido casi por completo, y solo quedaban algunos productos peruanos. En cambio, los envíos de Italia aumentaron ligeramente: las Tacle convencieron por su sabor en Fráncfort. También en Berlín se ofrecían pocas Tacle, pero muy sabrosas (esta clementina sanguina es un cruce entre una naranja Tarocco y una clementina). Las Satsuma eran principalmente de origen turco, cuyas propiedades organolépticas en general no dejaban nada que desear.
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Manzanas
Elstar, Boskoop, Jonagold y Braeburn, procedentes de Alemania, constituyeron la base de la oferta. Tenroy y Wellant también desempeñaron un papel importante. Hagía Red Delicious y Golden Delicious de Italia, mientras que Granny Smith y Royal Gala completaron la gama. De vez en cuando, los distribuidores rebajaron un poco sus precios para acelerar las ventas.
Peras
No hubo grandes novedades. Como anteriormente, los envíos italianos y turcos dominaron el mercado. Los envíos de los Países Bajos y Bélgica completaron la oferta. Los envíos nacionales fueron principalmente de Xenia, Conferencia y Alexander Lucas. Las variaciones de precios respecto a la semana anterior fueron escasas.
Uvas de mesa
Predominaron las importaciones de Perú, acompañadas de mercancía de Brasil, Turquía y Namibia. Los lotes procedentes de Sudáfrica solo desempeñaron un papel secundario. En conjunto, la actividad fue bastante tranquila.
Naranjas
Dominó la Navelina española, y la Salustiana, del mismo origen, completó la gama. La mayoría de las naranjas Navel procedían de Italia. Las primeras naranjas Moro italianas aparecieron en el segmento de las naranjas sanguinas, pero su calidad no convencía del todo.
Limones
Los Primofiori españoles dominaban y a veces no tenían rival en el mercado. Los limones Enterdonato y Mayer procedían de Turquía. Las importaciones de Sudáfrica, Grecia e Italia tenían un carácter complementario.
Bananas
La oferta se adaptó adecuadamente a la demanda, que había aumentado debido a las condiciones meteorológicas. Los comerciantes solo en contadas ocasiones tuvieron motivos para modificar sus precios.
Coliflores
Los lotes franceses caracterizaron el mercado, seguidos en volumen por los italianos. En algunos casos, la calidad no siempre convencía; en Múnich, por ejemplo, se criticó la oferta italiana por presentar flores demasiado pequeñas.
Lechugas
Las iceberg eran sobre todo de origen español. En Berlín, el exceso de oferta hizo bajar los precios, así como en Múnich. Las lechugas pigmentadas procedían sobre todo de Francia e Italia.
Pepinos
La oferta tenía origen español principalmente, aunque también había producto de Grecia, Bélgica y los Países Bajos. En cuanto a la calidad, la oferta española no siempre convenció, por lo que hubo que bajar los precios en ocasiones.
Tomates
Dominó el origen marroquí en tomate redondo, que dejó que desear y, por lo tanto, a menudo tuvo que venderse con descuento. En cambio, los precios de los competidores españoles y belgas se mantuvieron constantes en su mayoría. En el segmento del tomate en rama predominaron los lotes procedentes de Bélgica, España y los Países Bajos.
Pimientos
La gama se componía únicamente de ofertas españolas, turcas y marroquíes. Con una demanda positiva y una oferta limitada, los lotes españoles se encarecieron en Hamburgo y Berlín. En Múnich, la demanda siguió siendo limitada debido a los elevados precios.
Fuente: BLE