"El cambio climático es, en mi opinión, el principal culpable de la crítica situación que afecta a la citricultura italiana desde hace tres años. Dadas las altas temperaturas y la prolongada sequía, solo si llegan las lluvias salvaremos nuestros cítricos. Las instituciones, en el marco de las políticas agrícolas, deben poner de su parte para frenar la persistente gravedad de la situación del sector. En este sentido, es fundamental el apoyo de competencias específicas, de modo que los resultados obtenidos sobre el terreno puedan reproducirse concretamente para volver a poner en pie un sector muy descuidado por políticas negligentes". Así se expresa Paolo Ganduscio, agrónomo y propietario de Azienda Agricola Ganduscio.
"La atenta observación de las plantas de mi plantación de cítricos —que cultivo desde hace 30 años en régimen de producción ecológica— ha hecho que, de alguna manera, haya conseguido limitar los daños causados por la escasez de agua, ayudado también por el hecho de que en mis tierras no entran productos químicos. Así, el sotobosque es rico en más de 50 especies vegetales, entre ellas plantas medicinales como la malva, la ortiga, la acedera, la borraja, cuyas raíces viven en simbiosis con las de los naranjos", continúa.
Agricola Ganduscio es una empresa familiar de 12 hectáreas situada en Ribera. Especializada en el cultivo ecológico de naranjas de las variedades Washington Navel y Vanilla, forma parte del consorcio Arancia di Ribera DOP. La Washington Navel es una naranja muy conocida, el valor añadido es el microclima del territorio que la enriquece con sabores y fragancias que la hacen muy especial. Paolo Ganduscio, embajador de las naranjas sicilianas, se dedica también a investigar y crear recetas, tanto dulces como saladas, que las realcen.
Si el tiempo lo permite, la campaña comercial dura de noviembre a abril. La empresa está equipada con un embalse y dispone de un almacén de 1.200 metros cuadrados, apta para procesar las naranjas y conservarlas: aquí se lava, cepilla y clasifica la fruta. El resultado es un producto de cáscara comestible, ya que no se somete a ningún tratamiento poscosecha. La producción tiene las certificaciones GlobalGAP, Bio y DOP, y se comercializa tanto en Italia (el 50%) como en el extranjero, en Francia y Alemania.
"Ayudo a otros productores de la zona que también son apasionados de la biodiversidad y el cultivo sostenible y confían en mi gestión", explica Paolo. "En general, se perfila como una campaña corta, que comenzó el 12 de noviembre con la Navelina; ahora continuamos con la Washington que llegará hasta principios de marzo, pero todo dependerá de la absorción del mercado, teniendo en cuenta que contaremos con un volumen de naranjas comercializables un 50% menor, dado el menor calibre debido a la sequía".
"Al administrar 1.200 metros cúbicos de agua por hectárea, frente a los 2.000 canónicos, también he ahorrado producción gracias a medidas de cultivo multifactoriales que nos ayudan mucho en la producción. Fundamental es el acolchado natural, que reduce la temperatura del suelo creando una película protectora que obtenemos triturando la vegetación bajo las copas. También he comprobado que el suelo labrado alcanza temperaturas de hasta 50 grados, lo que pone en riesgo a las plantas, mientras que el mismo suelo sin labrar, si se mantiene con hierba (conviene triturar la vegetación que hay debajo) mantiene temperaturas dentro de los 35 grados. También es importante saber manejar la poda, sobre todo retrasar la de primavera, que es la más importante porque coincide con la floración; en este sentido conviene tener en cuenta que un follaje con hojas grandes requiere más agua".
"La de los naranjos es una de las verdaderas y grandes pasiones de mi vida. Los momentos pasados entre mis árboles, disfrutando del perfume de los azahares y del espectáculo de las ramas llenas de frutos figuran sin duda entre los momentos más bellos de mi jornada laboral. Es decir, que la naturaleza, si la observamos, nos ayuda a encontrar las soluciones más adecuadas. Por eso estoy seguro de que cuando tengamos un agricultor al frente de la política nacional, ¡el sector volverá a florecer! A los políticos les pediría un Plan Marshall para la recuperación del sector agrario que favoreciera la planificación a largo plazo y acabara con las atávicas deficiencias en la cooperación. Estamos muy por detrás de otros, pienso por ejemplo en España, a pesar de que somos el país con mayor superficie invertida en agricultura ecológica de Europa", concluye Paolo.
Para más información:
Paolo Ganduscio
Azienda Agricola Ganduscio Paolo
S.S. 115 - Contrada Verdura
92016 Ribera (AG) - Italia
(+39) 366 3605119
[email protected]
www.ganduscio.it