La segunda parte de la campaña de clementina y mandarinas se está adelantando este año debido tanto a una maduración más prematura como a los desafíos en calidad que ha presentado este año la variedad dominante en el primer tramo de campaña, la Clemenules. En los próximos meses se prevé una menor oferta de mandarinas que, si viene acompañada por un buen consumo, hace prever buenos resultados comerciales.
"Las abundantes lluvias de este otoño en las principales zonas productoras, especialmente en Valencia, Castellón y el sur de Tarragona, han mermado severamente la oferta aprovechable de Clemenules. Si bien a nivel comercial los resultados son correctos, ha sido realmente desafiante trabajar con esta variedad en materia de calidad", indica Carlos Echeveste, del Grupo Frutaria.
"De hecho, la variedad Clemenvilla se está recolectando entre 15 y 20 días antes debido al hueco de la oferta de Clemenules por los problemas de calidad, aunque también es cierto que, en la Comunidad Valenciana, la recolección prematura ayuda a proteger esta variedad de la Alternaria, que este año tiene una presencia notablemente agresiva", explica Echeveste. "Por tanto, esperamos que también terminen antes las ventas de Clemenvilla".
Por otra parte, también se está adelantando la recolección de las mandarinas Tango y Nadorcott. "La cosecha de estas variedades va a ser menor esta campaña, ya que en 2023 hubo una gran producción y el fruto estuvo más tiempo en el árbol, provocando un estrés que repercute directamente en los rendimientos de la cosecha siguiente. Lo bueno es que este año, al haber menos piezas por árbol y haber llovido bastante este otoño, habrá mejor calibre en general", señala.
De acuerdo con Carlos Echeveste, no se está viendo una oferta abundante de mandarina para los próximos meses en ninguna zona productora. "Esto nos hace prever una buena campaña comercialmente hablando en los primeros meses del año. Normalmente, a partir del 3 de enero el consumo de cítricos empieza a dispararse, ya que la gente busca depurar los excesos navideños, tanto en salud como económicamente".
En la categoría de cítricos, Frutaria se especializa sobre todo en clementinas y mandarinas, que a partir de estos momentos serán de las variedades Clemenvilla, Tango, Sigal y Orit para los mercados europeos y Ortanique para ultramar. En menor volumen, trabajan también con naranjas, que en estos momentos son principalmente Navelina y Salustiana. "Nuestro lema es que 'las mandarinas se comen y las naranjas se beben', por eso apostamos más por los cítricos fáciles de pelar", destaca Echeveste.
"La producción de naranjas se ha recuperado respecto al año pasado, pero la fruta acusa una falta de tamaño, por lo general. En Navelina, dominan los calibres 4, 5 y 6, mientras que en Salustiana, que suele ser ya de por sí más pequeña, abundan los calibres 6, 7 y 8", apunta Echeveste.
"Tras un inicio con complicaciones comerciales por los retrasos de la naranja sudafricana, especialmente notables en los mercados mayoristas europeos, veremos cómo influye la oferta de Egipto, que está ya empezando y tiene cada vez más cuota de mercado. De hecho, la fruta egipcia ha quitado espacio a la exportación española incluso en países como Brasil y Canadá", sostiene. "Además, no debemos olvidar que el conflicto sigue latente en el mar Rojo", añade.
Si bien la fruta de hueso es el mayor pilar del negocio de Frutaria, enfocado a los meses de primavera y verano, en otoño e invierno la compañía se centra en los cítricos, cuyo destino principal en Europa se ubica en Alemania, y realiza también envíos de ultramar a Brasil, Canadá y Sudáfrica.
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