Carey Byrd y James Hardin, vecinos de Hampton Roads, Virginia (EE. UU.) descubrieron una colosal batata de 7,8 kilos cuando se apresuraban a recolectar los últimos vegetales antes de la llegada de la primera helada. La hortaliza, casi del tamaño de un balón de fútbol, estaba oculta bajo las hojas y estuvo a punto de quedar olvidada.