El sector de los productos ecológicos en Marruecos sobrevive gracias a un puñado de actores que no ceden al atractivo de la agricultura convencional, a pesar de las notables dificultades con la comercialización. Como dice Benyahia, cofundador de Biomouja: "Para nosotros, la agricultura conlleva ante todo pasión por la tierra, y mientras podamos cultivar y mantener a nuestras familias, seguiremos haciéndolo".
Con sede en la provincia de El Hayeb, en la fértil región de Fez-Mequinez, Biomouja se dedica al cultivo de frutas 100% ecológicas. "Somos una explotación familiar que opera en una pequeña superficie de 7 hectáreas donde cultivamos higos, albaricoques y granadas, además de otros productos. Nuestra producción es 100% ecológica y solamente usamos control biológico de plagas para su protección. En la región de El Hayeb tenemos la suerte de contar con recursos hídricos suficientes, aunque a veces las temperaturas no son óptimas para nuestra fruta. No obstante, los rendimientos son satisfactorios, de al menos 8 toneladas por hectárea. Disponemos de instalaciones de deshidratado y transformación y de una cámara frigorífica. Hemos obtenido todas las certificaciones necesarias para poder vender a supermercados especializados en productos ecológicos, e incluso para exportar", explica Benyahia.
El mercado local marroquí muestra poco interés por las frutas y hortalizas ecológicas frescas, sobre todo ahora, con el país castigado por una inflación galopante. Debido a ello, la compañía no está siendo capaz de vender toda su producción en fresco. "Aunque no hay competencia y nuestros volúmenes son relativamente pequeños, solo vendemos el 10% de nuestra producción en fresco en las dos semanas siguientes a la cosecha. Nos toca procesar la fruta, deshidratarla y elaborar subproductos como mermeladas. Esto nos permite distribuir las ventas a lo largo de todo el año y comercializar todos nuestros volúmenes", explica Benyahia.
En cuanto a las dinámicas del mercado local marroquí en el sector ecológico, Benyahia explica: "Es un mercado de nicho, ya que los precios son prohibitivos en comparación con los de los productos convencionales. Casablanca absorbe grandes volúmenes, pero Rabat destaca por su suministro de primera calidad. Marrakech también es un mercado importante. La verdad es que el mercado local se ha desarrollado lo suficiente para absorber nuestros volúmenes actuales e incluso permitir un aumento anual constante de los volúmenes, aunque no se pueda siempre vender todo en fresco".
El mercado global sigue fuera del alcance de Benyahia, aunque esto es en parte deliberado. "Participamos en muchas ferias y nos han contactado clientes europeos, pero nos piden volúmenes demasiado grandes. Un importador alemán, por ejemplo, nos pedía 300 toneladas de higos ecológicos al año, lo que supera con creces nuestra capacidad de producción. Sería necesario realizar una expansión a gran escala, pero eso es algo para lo que no estamos dispuestos. Queremos mantenernos fieles a nuestro modelo de producción basado en la agroecología, cuyo objetivo es introducir nuestra fruta en mercados extranjeros sin excedernos con las exportaciones. Lo que nos interesa sobre todo es exportar el excedente de nuestra producción y quedarnos con la mayor parte para el mercado marroquí, y no al revés".
"La verdad es que somos demasiado grandes para el mercado local, pero demasiado pequeños para exportar", resume Benyahia. "Lo ideal sería poder encontrar importadores en países cercanos que no necesiten volúmenes muy grandes, aunque tengamos que crecer a un ritmo más moderado. Lo esencial es que la calidad y el respeto por la naturaleza y las personas primen sobre las cantidades y los beneficios".
Benyahia afirma que ella y su familia se centran en cumplir con la misión que han elegido: garantizar la supervivencia del modelo agroecológico en Marruecos. "En este campo, nuestros logros son notables. Hemos logrado preservar muchas variedades autóctonas que habían desaparecido en otras zonas de Marruecos. Mantenemos y desarrollamos nuestro banco de semillas, y formamos parte de una red de agricultores ecológicos y agroecológicos con ideas afines. Al fin y al cabo, alguien tiene que hacerlo", concluye.
Para más información:
Laila Benyahia y Fouad Alami Idrissi
Biomouja
Tel.: +212 661-483455
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www.biomouja.com