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Duwan Jackson - DFM Technologies (Sudáfrica)

Las condiciones del suelo y el riego se ven afectados por el cambio climático

DFM Technologies es un fabricante de sensores de humedad del suelo con sede en la Provincia del Cabo Occidental (Sudáfrica) que exporta a más de 30 países productores de fruta de todo el mundo. "El continuo crecimiento de nuestra empresa está directamente relacionado con los cambios en las condiciones climatológicas y la necesidad de una gestión más eficaz del riego", afirma Duwan Jackson, asesor agrícola de DFM Technologies.

Los sensores de humedad del suelo DFM (derecha) miden el riego aplicado con el fin de facilitar el desarrollo de las raíces y una absorción eficaz de los nutrientes.

"Cuando se utiliza correctamente, el sensor de humedad del suelo de DFM proporciona al agricultor datos muy valiosos casi en tiempo real a cada 10 cm de profundidad", explica. "Además, ayuda a los agricultores a gestionar sus buffers, una práctica desarrollada con los años que utilizan agricultores de Sudáfrica y que ahora se está extendiendo a nivel internacional".

La adopción de sensores inteligentes por parte del sector agrícola se ha convertido en algo esencial para la gestión diaria del riego. "Su objetivo", dice Jackson, "es ofrecer el sensor de humedad del suelo más rentable, preciso y fácil de usar, que ahorre costes y haga más rentables las explotaciones gracias a prácticas de riego más eficientes y mejor gestionadas".

"Hemos ampliado nuestra presencia y ahora tenemos sucursales en seis provincias de Sudáfrica. También gozamos de una fuerte presencia en países vecinos, como Esuatini, Lesoto, Namibia, Botsuana, Zimbabue, Mozambique y Zambia, que reciben apoyo de nuestro equipo de Sudáfrica".

A petición popular: Programación del riego como complemento para los sensores
Jackson señala que, aparte de los sensores de humedad del suelo de DFM, que se han convertido en parte integral de la gestión del riego, este año -a petición popular- los productores se han puesto en contacto con ellos para pedirles ayuda con la programación del riego. "Esto demuestra una vez más nuestro compromiso por escuchar a nuestros productores y ayudarles a tener éxito, sin dejar de vivir nuestra pasión por la agricultura".

Y prosigue: "Me gusta afrontar problemas difíciles con desafíos únicos, y ver cómo podemos lograr que se siga produciendo fruta de máxima calidad". A menudo observa los efectos negativos del exceso de riego en viñedos y frutales. Algunos síntomas clásicos incluyen retrasos del crecimiento, escasa absorción de nutrientes, lixiviación de nutrientes, problemas con la coloración, suelos encharcados, podredumbre de las raíces o escaso desarrollo de estas, aumento de la presión de enfermedades o el crecimiento excesivo de malas hierbas.

"Muchos de los consejos que reciben los agricultores tienden a incidir en la necesidad de más riego y más fertilización, pero unos niveles demasiado altos de fertilización conllevan muchos problemas. De hecho, a menudo los agricultores me cuentan que son incapaces de regar lo suficiente para cumplir las recomendaciones del programa de riego", comenta.

"Los agricultores son muy conscientes de la necesidad de salvaguardar los recursos naturales, así como de cultivar de una manera más rentable. La salud de los cultivos y la gestión del suelo son cruciales. Nuestros sensores aportan claridad a la operación y permiten a los agricultores desarrollar estrategias para limitar los costes de los insumos".


"Cuando las raíces no se asfixian y los agricultores son capaces de mantener un buen equilibrio entre la zona radicular y el buffer más profundo, se ayuda a reducir pérdidas de fertilizantes, así como el consumo de electricidad y las horas extraordinarias", afirma Jackson.

Las fluctuaciones inusuales de la temperatura generan nuevos desafíos
Las mediciones de la temperatura del suelo le fascinan. "Se puede ver cómo están cambiando nuestras estaciones, y cómo en el Cabo Occidental, por ejemplo, las temporadas invernales están empezando más tarde y prolongándose durante periodos más largos, lo que aumenta el riesgo de inundaciones, granizo y heladas en las fases críticas de la floración. Estas condiciones plantean muchos retos a los agricultores para superar las fases críticas del cultivo, dado que los suelos están más húmedos y fríos durante periodos más largos", afirma Jackson.

Los productores de uva de mesa, desde Wellington hasta el río Olifants, han estado observando una brotación desigual esta temporada, lo cual tiene, afirma, una correlación directa con los cambios en las precipitaciones estacionales.

"Los agricultores son muy conscientes de cómo los cambios en las condiciones climatológicas están afectando a sus prácticas agrícolas cotidianas y sus estrategias de gestión. Si vives en la Provincia del Cabo Occidental, eres consciente de lo impredecible que ha estado el tiempo en los dos últimos años. Esa imprevisibilidad y cambios de temperatura atípicos están afectando negativamente a los cultivos".

La irregularidad de la brotación (y, en consecuencia, el posterior retraso de la coloración y una maduración irregular de la fruta) está generando desafíos únicos para los agricultores, que deben adaptar la planificación de la gestión en sus explotaciones.

"La principal zona que cubro a diario va de Wellington a Vanrhynsdorp. Es ahí donde presto apoyo a las explotaciones con nuestros sensores de humedad del suelo. Hay unos cuantos miles de sensores DFM repartidos por estas explotaciones en huertos que abarcan más de diez categorías de cultivos".

Destaca que sus colegas de todo el país están igual de comprometidos con el uso de los sensores en el campo. Ha comprobado de primera mano que en el momento en que mejora el desarrollo radicular de una planta, mejora su absorción de agua y, con ella, por supuesto, su absorción de nutrientes. "Cuando las raíces no se asfixian y los agricultores son capaces de mantener un buen equilibrio entre la zona radicular y el buffer más profundo, se ayuda a reducir pérdidas de fertilizantes, así como el consumo de electricidad y las horas extraordinarias", afirma. "Nuestro objetivo es que los agricultores trabajen de maneras más rentables, ayudándoles a ahorrar dinero, impulsar prácticas sostenibles y facilitar la conservación del agua".

Un agricultor trabajará unas cuarenta temporadas en una explotación antes de tener que dejarla en manos de la siguiente generación. Por eso, opina, se prioriza la adopción de tecnología en las explotaciones, como los sensores de humedad del suelo de DFM, incorporándose esta a las estrategias diarias de gestión. "Esto permitirá a la agricultura desempeñar un papel clave en el impulso del crecimiento económico y la creación de empleo y contribuir positivamente al PIB de Sudáfrica y a la seguridad alimentaria".

Para más información
Duwan Jackson
DFM Technologies
Tel.: +27 82 554-2244
https://dfmtechnologies.co.za/