Los cambios en el ámbito de los productos fitosanitarios (léase: cada vez hay menos agentes autorizados) van a tener consecuencias a corto plazo. Así lo predice Floris Berghout, de Viemose DGS. De cara al invierno de 2025-2026, ya prevé graves problemas. Como especialista en sistemas de cultivo hidropónico, ve en la evolución actual del mercado una oportunidad para darle un impulso a esta prometedora tecnología en Europa. Ya hace años que se cultivan lechugas en agua, pero a pesar de las ventajas demostradas del sistema, el mercado sigue mostrándose algo reacio.
Hay todo tipo de explicaciones para esta reticencia en Europa. La reciente debacle de la agricultura vertical, con varias quiebras, por ejemplo, no ha ayudado. "El cultivo hidropónico convencional también se ha visto afectado por esto. Los inversores están asustados. Se está invirtiendo menos, y la horticultura convencional también lo está pagando".
Sin embargo, el CEO de la empresa originariamente danesa también señala que los inversores del mercado de la agricultura vertical, que confían en el cultivo de alimentos, están poniendo sus miras en invernaderos, o sistemas de cultivo híbrido con invernadero y cultivo multicapa. Así que tampoco es todo negativo.
Floris Berghout (izquierda) tomo el relevo de Søren Kristensen como nuevo director general de Viemose DGS este verano.
Hay un bloqueo en el mercado europeo de la lechuga
En cualquier caso, Floris no es pesimista, sino más bien entusiasta sobre las oportunidades y el potencial del mercado, aunque también realista. Cualquiera que quiera empezar a cultivar lechugas en hidroponía tendrá que realizar grandes inversiones. Mientras siga habiendo mucha lechuga disponible procedente de cultivos con una necesidad menor de capital, el mercado estará más orientado en esa dirección. Según Floris, esto sin duda significa que, en Europa, el mercado del cultivo hidropónico de lechuga está "bastante bloqueado".
En Estados Unidos, la situación es diferente. "Allí, los productores se esfuerzan por llevar el producto al retail ellos mismos. En Europa, es el retail el que lleva la iniciativa. El productor europeo cultiva sobre todo lo que demanda el retail". Por otro lado, esto también ofrece oportunidades, sobre todo en un momento en el que la disponibilidad de lechuga está bajo presión, ya que los productores de cultivos al aire libre se enfrentan a condiciones meteorológicas extremas y disponen cada vez de menos recursos. "Y también hay retos considerables para los productores de invernadero con cultivos convenciones en suelo". Floris menciona el Fusarium. "Los productores pueden vaporizar siempre que puedan asumir el coste del gas gracias a un buen contrato. Vaporizar dependiendo del precio diario del gas es más complicado".
Lechuga cultivada en agua, en Polonia, en Smart Vegetable Innovations.
Tensiones en el mercado de la lechuga
Desde que asumió el cargo de director general de Viemose DGS el verano pasado, Floris ha mantenido conversaciones con representantes de muchos eslabones de la cadena, y desde luego no solo con el productor que tiene que elegir un sistema de cultivo. "Que haya escasez en el mercado de la lechuga es bueno para nuestro negocio. Cuando esta se produce, se trabaja para tratar de llenar el hueco". La escasez o la crisis pueden acelerar la transición al cultivo hidropónico de lechuga.
La cuestión es quiénes serán los primeros en reaccionar en caso de escasez. El holandés cree que el cultivo protegido de lechuga en agua está en el punto de mira de los ganaderos, entre otros, dado que su futuro se está viendo amenazado por medidas políticas. "La ventaja es que los dueños de este tipo de grandes explotaciones están ya acostumbrados a realizar grandes inversiones. La desventaja, por otro lado, es que carecen de suficientes conocimientos sobre cultivo".
Floris también ha empezado a hablar con compradores de supermercados. "Uno ya me ha dicho que prevé grandes problemas. Según él, de hecho, los grandes productores de lechuga al aire libre se enfrentan a grandes dificultades, y si dejan de producir, alguien tendrá que ocupar su lugar. Los compradores siguen exigiendo una calidad máxima, pero también a bajo precio. Mientras eso sea posible, todo seguirá como hasta ahora, pero llegará un momento en que ya no se podrá".
Lechuga de cultivo hidropónico, en Smart Vegetable Innovations (Polonia).
Suficiente mercado para todos
Al menos, eso es lo que prevé y predice el holandés. Según él, los años 2025 y 2026 van a suponer un punto de inflexión. Por eso se está dedicando a "predicar el evangelio de la hidroponía". Subraya que no hace esto únicamente para defender los intereses de Viemose. Por supuesto, la empresa danesa, que ha suministrado sistemas para más de 700 hectáreas desde los años 80, estará encantada de poder vender algunos proyectos nuevos, pero también se beneficiará de un desarrollo global del mercado. "Hay mercado más que suficiente para todos, si además conseguimos que el mercado funcione", afirma.
Según Floris, en el caso concreto de los Países Bajos una de las razones por las que el cultivo hidropónico de lechugas aún no ha copado el mercado, a pesar de que su horticultura suele estar a la vanguardia en materia de innovaciones técnicas, es la "buena distribución" que hay aquí. La logística hace posible que la lechuga llegue fresca y con rapidez a los lugares adecuados. "En otros lugares de Europa, esto resulta mucho más difícil. Cada vez hay una menor disponibilidad de buenas zonas de cultivo al aire libre, y la cantidad de producto que se puede cosechar por hectárea es limitada debido a problemas relacionados con el clima y la disponibilidad de productos fitosanitarios. En Europa, hay mercado de sobra".
Como ejemplo, cita Italia y Macedonia, donde gran parte de la rúcula procede de cultivos al aire libre bajo túneles. Se trata de cultivos en suelo, igual que en Grecia, donde Floris también visitó las zonas de producción. "Aquí, a los productores les molestan cada vez más los insectos. Dado que disponen de menos herramientas para el control de plagas, no pueden cultivar tan buenos productos o se reduce el número de kilos. Cuando eso pasa, el precio sube".
Unir fuerzas
El holandés espera una reacción en cadena, con una nueva ola de inversiones, como ya sucedió antes en el mercado del cannabis y la agricultura vertical, que impulse el cultivo hidropónico de lechugas. "Ahora la cadena en Europa sigue siendo corta y siempre hay lechugas disponibles en alguna parte, pero eso no durará, y no vamos a esperar a que sea demasiado tarde, ¿verdad?".
Sus colegas en ingeniería están pidiéndole a Floris unir fuerzas. Ya existen sistemas para cultivar lechugas en agua; ahora hay que optimizar aún más los instrumentos comerciales. En el mercado de la agricultura vertical, Floris opina que durante mucho tiempo ha habido demasiado optimismo en el negocio. "Se hacían números pensando en precios máximos con un nivel máximo de producción. Entre otras cosas, no se tenía en cuenta el tiempo de puesta en marcha, durante el que no tienes producción, pero sí costes. Eso afecta a tu ROI. Hay que hacer bien las cuentas".
Floris, en el centro, en la inauguración de un nuevo invernadero para el cultivo hidropónico de lechugas en Polonia, propiedad del productor Smart Vegetable Innovations.
El buen ejemplo marca el camino
El holandés cree que hay muchas oportunidades para agrupar conocimientos técnicos. "Al fin y al cabo, en horticultura se podría decir que estamos todos casados. Tenemos que unirnos a proveedores de tecnología, empresas de consultoría y productores para facilitar el cultivo hidropónico". Según Floris, uno de los desafíos para el cultivo de la lechuga es que sigue habiendo cierta reticencia a la hora de compartir datos. De momento, sigue habiendo un mercado algo ajustado, lo que posiblemente explique el miedo a la competencia. Una vez que el mercado, quizás impulsado por una buena crisis, empiece a moverse, habrá espacio suficiente para todos. "Si le quitamos algo de cuota al cultivo al aire libre, tendremos mucho trabajo", afirma.
En Polonia, tenemos un ejemplo de productor al aire libre con visión de futuro que se ha pasado al cultivo hidropónico de lechugas. Se trata de Smart Vegetable Innovations, de Zdunów, cerca de Varsovia. "Este productor tiene varios miles de hectáreas de campos al aire libre en toda Europa para todo tipo de cultivos. Al cultivar también lechugas en hidroponía, entre otras cosas, este productor está ya preparado para el futuro".
De esta forma, el productor, para el que hace poco arrancó la fase 2, que incluye un sistema de canalones móviles de Viemose DGS, podrá adquirir experiencia y comprender la dinámica del mercado. El director de la firma, Piotr Izdebski, subraya que el cultivo hidropónico de lechugas no sustituye directamente al cultivo al aire libre, sino que lo complementa. "El cultivo al aire libre seguirá siendo una parte esencial de nuestra estrategia de abastecimiento a corto plazo. Nuestra inversión y crecimiento en el cultivo hidropónico de lechuga nos permitirá expandirnos a nuevas categorías de productos, como las hierbas aromáticas ecológicas y la lechuga de calidad ecológica. Estos productos permiten satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores con prácticas de cultivo sostenibles, reforzando nuestro papel como productor diversificado e innovador".
Floris aconseja a otros productores que den un paso como el que dio el agricultor polaco. "Empieza poco a poco con el cultivo hidropónico de lechuga, pero empieza. Hay un sistema adecuado para casi cualquier productor que decida dar el salto. Además, con una superficie pequeña, pronto podrás cultivar mucho más producto que en campo abierto. Esto es algo que se puede calcular".
En el invernadero de Smart Vegetable Innovations.
Para más información:
Floris Berghout
Viemose DGS
[email protected]
www.viemose.nu