La International Longshoremen's Association (ILA), que reúne a los estibadores de la costa este y del Golfo y la United States Maritime Alliance (USMX), integrada por los operadores portuarios, volvieron a la mesa de negociaciones el 7 de enero. Ambas partes continúan divididas respecto a los temas de automatización en los terminales y si no llegan a un acuerdo antes de la expiración del contrato, los estibadores podrían declararse en huelga a partir de la medianoche del 15 de enero.
Sobre las negociaciones pesan profundos desacuerdos sobre el uso de la automatización en los muelles y la amenaza de que se repita la huelga de tres días que paralizó en octubre los principales puertos, incluidos los de Nueva York-Nueva Jersey, Houston y el puerto de Savannah, en Georgia.
Los dirigentes sindicales se han opuesto al uso de grúas semiautónomaticas y otras tecnologías que, según los operadores portuarios, hacen más segura y eficaz la movilización de la carga. Cabe mencionar que los puertos cubiertos por el convenio de la ILA ya utilizan grúas semiautónomaticas para apilar y organizar los contenedores que recogen los transportistas terrestres. Un operador que utilice esta tecnología puede supervisar el trabajo de varias grúas a la vez.
Fuentes cercanas dicen que el ILA quiere exigir a los operadores portuarios que contraten más personal por cada grúa en funcionamiento. Eso aumentaría drásticamente los costos de explotación de puertos como el de Virginia, que cuenta con 116 grúas apiladoras automatizadas (RTG) y espera añadir otras 36 de estos equipos en los próximos años.
Fuentes cercanas a las negociaciones dicen que el ILA también está tratando de aumentar la dotación de personal para futuros usos de la automatización. "No estamos en contra de pagar a la gente por hacer un buen trabajo", dijo un funcionario de la industria naviera familiarizado con el tema. "Simplemente, no estamos por la labor de contratar a gente que no va a añadir ningún valor, sino puramente añadir costos".
Una huelga en enero no afectaría tanto a la economía como el paro de octubre, que se produjo en el momento de mayor actividad del calendario de envíos, cuando las compañías importadoras y exportadoras se aprovisionan para las fiestas. Pero perjudicaría a las empresas y fabricantes que dependen de la reposición constante de productos acabados, piezas y materias primas, especialmente las empresas que se centran en artículos de temporada.
Algunos importadores han estado retirando pedidos y desviando cargas a los puertos de la costa oeste en previsión de un posible paro. La Asociación de Líderes de la Industria Minorista, que representa a Target y Home Depot, dijo que sus miembros están implementando planes de contingencia en caso de interrupciones portuarias.
En definitiva, los consumidores serían probablemente las principales víctimas de una huelga, ya que se espera que las tarifas de los transportistas vuelvan a subir en caso de que los trabajadores portuarios sigan adelante con la huelga.
Fuente: mundomaritimo.cl