La campaña española de la alcachofa está siendo complicada, como viene ocurriendo los últimos años. Los precios son buenos, y la alcachofa sigue teniendo una buena venta, "pero los volúmenes, que van de la mano con los costes del campo y la mano de obra, son cada vez más pequeños, lo que está haciendo que el mercado se quede poco a poco en manos de los especialistas en esta hortaliza", señala Iván Arenas, de Eurofruits Levante.
"En cuanto a la alcachofa en sí, los agricultores están dejando de cultivar cada vez más la variedad original del Campo de Cartagena, la Blanca de Tudela, en favor de la alcachofa híbrida Green Queen, que, al ser un poco más tardía, ha hecho que la campaña comience con los volúmenes fuertes un poco más tarde lo habitual", prosigue.
"Este año, de hecho, no sabemos muy bien a qué se está debiendo, pero en la alcachofa Blanca de Tudela ha habido problemas de germinación de manera generalizada en las plantaciones. Vemos que poco a poco las plantaciones pierden homogeneidad y sus rendimientos bajan, desde los 20.000 kilos por hectárea de hace solo unos años a los 14.000-15.000 kilos de media de hoy en día, y creemos que puede estar relacionado con la degeneración de los esquejes".
"La planta de alcachofa Blanca de Tudela se trabaja entre agricultores; esto es, cada uno puede sacar nuevas plantas de sus propias plantaciones seleccionando esquejes, para multiplicarlas. Lo que se ha hecho históricamente para intentar cuidar al máximo la variedad es combinar esquejes de plantaciones de alcachofa de Tudela, en Navarra, con las de nuestra zona, para ir renovando genéticamente la variedad y evitar que las plantas se vuelvan improductivas, rotando a la vez las zonas de cultivo. Pero es cierto que aunque estemos haciendo todo eso, no estamos obteniendo los mismos rendimientos que en el pasado", explica Iván Arenas.
"Frente a este problema, la alcachofa híbrida, que proviene de semilla, no presenta ninguna bajada de producción y su crecimiento es mucho más homogéneo, al igual que su germinación, y por eso los agricultores están apostando por cultivar esta variedad, que se vende muy bien en el mercado fresco, pero que aún presenta cierto desafío para industrializarla porque su morfología no se adapta tan bien como desearíamos a las máquinas de procesado para la industria conservera", detalla.
Con respecto a los precios, comenta Iván, se encuentran a buen nivel en torno al euro por kilo en campo, y por encima de los dos euros por kilo a la salida de almacén, "que son niveles aceptables, teniendo en cuenta los costes de producción y la selección que debe de hacerse del producto que va al mercado fresco, y la competencia que existe".
"Hay terceros países trayendo su alcachofa a Europa, que acaban siendo competencia para nosotros tanto en el mercado fresco como en el procesado. Hemos visto alcachofa fresca del Norte de África que está entrando con precios bajos a Italia, que era un buen mercado para la alcachofa española, y que desde allí también puede abastecer a nuestro otro gran mercado: Francia", asegura.
"No obstante, la alcachofa es un producto que en fresco no soporta tiempos de tránsito largos, por lo que aunque aumentaran los volúmenes importados, confío en que el mercado seguirá valorando la condición excelente en calidad y frescura que garantiza la alcachofa española".
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