La segunda fase de la campaña citrícola en la provincia de Castellón ha comenzado bajo un ambiente de estabilidad, según ha confirmado Carles Peris, secretario general de la Unió Llauradora. Desde finales de diciembre, el sector ha experimentado una "estabilidad" en los precios, que se mantienen ligeramente inferiores a los del año anterior, especialmente en variedades de clementinas y mandarinas como Tango, Nadorcott, Sando, Clemenvilla o Hernandina.
Esta estabilidad en las cotizaciones, tanto en origen como en el comercio final, ha permitido a los citricultores mantenerse sin incurrir en pérdidas, aunque la rentabilidad del sector sigue siendo una preocupación. La finalización de la campaña comercial de la Clemenules, la variedad estrella de Castellón, a finales de diciembre, ha favorecido la entrada ordenada al mercado de las variedades más tardías, a pesar de partir de aforos ajustados.
Un factor clave ha sido la disminución de la producción citrícola en países del hemisferio norte, que ha beneficiado a los productores castellonenses. Según Peris, la producción ha caído un 8,6%, destacando la notable reducción en Turquía del 26%, lo que ha aliviado la tensión competitiva en el mercado de variedades de menor tamaño.
No obstante, la preocupación surge con los próximos envíos de cítricos egipcios a la Unión Europea a partir del 15 de enero, especialmente porque Egipto compite en variedades de mayor volumen a precios significativamente más bajos. Ya se han notado síntomas de presión en las lonjas con bajadas de precios en variedades como la Navel o la Navel Lane Late, anticipando la competencia de precios con Egipto.
La retirada de bonificaciones a la entrada de cítricos extranjeros por parte del puerto de Castellón ha sido valorada positivamente por la Unió, aunque persiste la preocupación por los envíos futuros y el diferencial de precios. La Autoridad Portuaria de Castellón ha atendido las reivindicaciones de los citricultores modificando su Plan de Empresa.
Además, Peris ha destacado la dificultad de encontrar mano de obra cualificada en el sector citrícola, un problema persistente que se ha visto mitigado por la reducción de la producción, pero que sigue siendo un desafío para la recolección y el procesamiento de los cítricos.
Fuente: castellonaldia.elmundo.es