El cultivo de pitahaya en Brasil ha experimentado un crecimiento considerable en los últimos años. "El cultivo ha estado muy centrado en el modelo de agricultura familiar, pero en los últimos años hemos notado interés por parte de inversores y empresas de agronegocios", afirma el agrónomo Ricardo Martins, propietario de la consultora Pitaya SC, situada en el sur de Brasil.
Martins señala que el modelo de producción de pitahaya en Brasil está muy centrado en prácticas de conservación con el uso de cobertura del suelo, fertilizantes orgánicos y productos biológicos para controlar plagas y enfermedades. "Además, el uso de variedades autógamas de pitahaya ha facilitado a los productores la inversión en el cultivo. Los nuevos proyectos también han demostrado una gran viabilidad económica, especialmente los proyectos de plantación de alta densidad con variedades 100% autógamas y rendimientos previstos de 40 a 60 toneladas por hectárea, según Martins.
La Asociación de Productores de Pitahaya de Brasil, APPIBRAS, desempeña un papel clave en la promoción de esta fruta a través de eventos y simposios celebrados en los últimos tiempos. La demanda interna de Brasil es muy buena, con una media de 2 dólares por kilo, similar a los precios de exportación. Sin embargo, a medida que aumenten las plantaciones y los volúmenes de cosecha, los productores empezarán a buscar mercados de exportación.
El incipiente sector de la pitahaya de Brasil espera convertirse en un gran productor en un futuro próximo, afirma Martins. "Esperamos que Brasil se convierta en un gran productor y exportador de pitahaya de forma sostenible en el futuro. En la actualidad, la superficie media es de 6.000 hectáreas, pero el proyecto de expansión no tiene límites y estamos seguros de que Brasil será un actor importante en breve", concluye.
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Ricardo Martins
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