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Miguel Sanz, de Naranjas Miguelito: "Los que importan naranjas contra las que no podemos competir son nuestros propios compañeros de profesión y país"

"El 27 de diciembre, en plena campaña española, aún había marcas valencianas vendiendo naranjas de Sudáfrica"

Las lluvias en Sevilla, que se prolongarán a lo largo de los próximos días de esta semana, darán un descanso en la recolección de naranjas en la provincia, donde se ponen en marcha poco a poco las variedades de la segunda campaña. "No obstante, aún siguen quedando bastantes Navelinas en los campos", señala Miguel Sanz, de Naranjas Miguelito.

"La campaña empezó bastante bien con la Navelina, e incluso las primeras ventas se hicieron a muy buen precio; en mi caso, el mayor que había pactado hasta ahora para mis naranjas en todos los años que llevo en este negocio", continúa. "Pero a partir de mediados de noviembre en adelante, todo empezó a paralizarse bastante y comenzó a bajar el precio".

"Nos llegaban informaciones de que el zumo estaba pagando muy bien, alrededor de los 22 céntimos por kilo, pero en fresco los precios no estaban siendo mucho mayores, y en ese periodo muchos compradores pidieron renegociar las tarifas a las que habían comprado la fruta solo unos meses antes".

"Bajo mi opinión, este año han ocurrido varios factores", señala Miguel. "El primero es que, curiosamente, ha habido una mayor interferencia que otros años de nuestros propios comercializadores, que han comprado mucha naranja sudafricana; de hecho, el 27 de diciembre, en plena campaña española, vi en un supermercado de Sevilla una marca española —concretamente valenciana— que vendía naranjas de Sudáfrica. Y a un precio de 2,5 €/kg".

"Y es que ese desfase bestial entre los precios del campo y los del producto final es otro de los problemas que los propios comercializadores están causando, creando un atasco de fruta, y que no se venda a la velocidad a la que debería venderse", apunta Miguel.

"Por otro lado, este año la Navelina ha tenido calibres medios bajos, como consecuencia de que no se ha podido regar con las dotaciones totales, y muchos agricultores han vendido su fruta a la baja para poder colocarla, tirando los precios del mercado, porque los intermediarios y los comercios se han acogido a ellos".

"Para mí, lo más llamativo, es que en medio de todo esto, en diciembre ya nos han estado llegando ofertas por la Lane Late, una naranja de mediados de febrero, con precios aparentemente buenos", añade.

"A medida que los fondos han estado entrando en el sector, han dejado de producirse los picos de precios que había en momentos puntuales de la campaña"
"Ahora, a partir de enero, lo que hemos visto desde la primera semana es la entrada de fruta de Egipto por Valencia", prosigue Miguel. "De hecho, tenemos constancia de que la semana pasada llegó un nuevo cargamento de naranjas a puertos valencianos, y en el sector muchas personas estamos muy decepcionadas con el comportamiento de muchas de las grandes marcas valencianas de cítricos. Porque los que importan naranjas contra las que no podemos competir en el mercado, en vez de apostar por la producción española, son nuestros propios compañeros de profesión y de país", asegura. "No sé cómo los agricultores de Valencia no están allí en el puerto protestando por esa competencia, haciendo lo que habrían hecho, por ejemplo, los agricultores franceses".

"Al respecto, es necesario decir también que estos grandes grupos especializados en cítricos, cuyos nombres conocemos todos, son los que tradicionalmente marcan el precio de compra de la fruta, y se han lanzado a comprar barato", continúa Miguel. "Un porcentaje muy elevado de estos grupos son propiedad de fondos de inversión y, a medida que los fondos han estado entrando en el sector, han dejado de producirse los tradicionales picos de precios que había en momentos puntuales de la campaña, y ya no se ven a menos que haya un cataclismo de algún tipo", subraya.

"Este año en el que se hablaba de que Egipto podría comercializar en Europa hasta un 35% menos de fruta y que Marruecos vuelve a tener conexión comercial con EE. UU., deberíamos estar hablando de una muy buena campaña de precios; y en vez de eso, estamos salvando los platos", lamenta Miguel.

"Venimos de dos años muy malos: uno, en el que tuvimos una cosecha muy corta, y otro, en el que ni tuvimos cosecha ni precio. Y con esta situación, si los años buenos no son excelentes, no podremos seguir afrontando por mucho más tiempo las campañas que no salen como esperamos", finaliza Miguel Sanz.

Para más información:
Naranjas Miguelito
Calle Vicente Aleixandre, 6
41960 - Gines (Sevilla)
Tel.:+34 675 286 993
www.naranjasmiguelito.com