El proyecto Wafira, cuyo nombre significa "abundancia" en árabe, ha ofrecido a más de 250 mujeres temporeras marroquíes una segunda oportunidad para cambiar su futuro. A través de este programa, que complementa la migración circular con formación y apoyo al emprendimiento, muchas de ellas han logrado establecer negocios sostenibles en sus comunidades de origen.
Foto: Wafira.
Este programa, en el que participa el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el gobierno de Marruecos y está coordinado por la Secretaría de Estado de Migraciones de España y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), busca optimizar los beneficios de la migración temporal en la campaña de frutos rojos de Huelva. Gracias a la capacitación en emprendimiento recibida en España y el apoyo posterior en Marruecos, 209 mujeres (el 84%) han formalizado su negocio, obteniendo independencia económica, estabilidad para sus familias y más riqueza para sus lugares de origen.
El programa Wafira, cofinanciado por la Unión Europea a través del mecanismo Migration Partnership Facility (MPF), vincula la experiencia de las trabajadoras temporeras que llegan a España cada año con su capacitación, permitiéndoles, al regresar a Marruecos, emprender sus propios negocios. Para ello, el proyecto les brinda apoyo técnico y respaldo financiero. La formación impartida abarca tanto habilidades personales como de emprendimiento y culmina en la elaboración de un plan de negocio.
Es el caso de Aziza, Fátima y Saadia, tres mujeres marroquíes que, tras trabajar como temporeras en España, han regresado a su país y materializado sus propias ideas de negocio, lo que ha supuesto una mejora de su situación personal, al tiempo que han generado un impacto positivo en sus comunidades.
Aziza Zbirat, de 56 años y madre de tres hijos, ha participado en siete campañas de recolección en España. Con los ingresos obtenidos y el apoyo de Wafira, compró un terreno y construyó un invernadero con riego por energía solar. Su emprendimiento no solo le ha dado estabilidad económica, sino que la ha convertido en un referente de sostenibilidad en su comunidad.
Los datos avalan el éxito del proyecto que, hasta ahora, ha facilitado a 209 mujeres la formalización de sus negocios, más del 50% de los emprendimientos corresponden al sector agrícola, mientras que el resto se centra en comercio y servicios.
El 90% de los hogares de estas mujeres vivía con menos de 245 € al mes antes del proyecto, lo que demuestra la importancia de esta iniciativa para su estabilidad económica. El éxito del programa se refleja también en que el 100% de las participantes quiere seguir en la migración circular, incluso tras haber iniciado su propio negocio.
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