El 30 de enero, las plantas de envasado de frutas y verduras, almacenes, invernaderos y otras instalaciones productivas de toda Grecia se paralizarán, ya que en esa fecha tendrá lugar una huelga nacional de 24 horas en la industria alimentaria. La huelga ha sido convocada por la Federación Griega de Trabajadores de la Industria Alimentaria, Láctea y de Bebidas, y cuenta con el respaldo de las secciones locales de toda Grecia. Los trabajadores exigen un Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) que establezca un salario mínimo de 940 euros para 2025, una semana laboral de cinco días con turnos de 8 horas, medidas de higiene y seguridad, y una serie de complementos.
Larisa, en el centro de Grecia, es una de las regiones productoras de frutas y hortalizas más importantes, especializada en manzanas y peras, entre otros productos. Cuenta con unas 40 grandes empresas de clasificación y conservación, dos de las cuales pertenecen a empresas con actividad productiva internacional. Kleanthis Kaliampas, presidente de la rama local de trabajadores de la alimentación, afirma: "Hace 15 años que no tenemos convenio colectivo. Hubo conversaciones entre nuestra federación y la asociación de industrias desde abril hasta noviembre de 2024, pero la patronal rechazaba constantemente nuestras reivindicaciones. Por eso decidimos convocar una huelga nacional. Como las negociaciones empezaron el año pasado, exigimos también un aumento salarial retroactivo a 890 euros para 2024".
Los trabajadores también están llamados a la huelga en Acaya, donde al menos 20 grandes empresas se dedican a la fresa, el limón y la patata, entre otros productos. "Aquí la gente trabaja 3-4 meses en hoteles y el resto en empresas de alimentación. Entre ellos, hay muchos inmigrantes de Bangladesh. Últimamente, también han empezado a llegar trabajadores de Nepal debido a los acuerdos interestatales. Todas estas personas trabajan bajo diversos regímenes. Exigimos que el CCT sea obligatorio para todos, sin importar de dónde vengan, cuál sea su tarea específica o el periodo de tiempo que trabajen en este sector. También exigimos condiciones de alojamiento adecuadas para los trabajadores inmigrantes. Residen en condiciones literalmente deplorables", subraya Yorgos Stathopoulos, presidente del distrito local de trabajadores de la alimentación.
La próxima huelga afectará también a Imathia y Pella, dos regiones clave para el comercio hortofrutícola griego, ya que allí se concentran más de 100 empresas envasadoras y exportadoras, que no solo comercian con productos cultivados localmente, como el kiwi, sino también con productos cultivados en el sur de Grecia, como los cítricos. Dimitris Digkas, presidente del sindicato local de trabajadores de la alimentación, destaca la estacionalidad del trabajo, y añade a las reivindicaciones de la huelga el alta en el paro de todos los trabajadores, sin condiciones. "Si los empresarios no satisfacen nuestras demandas, estamos dispuestos a intensificar nuestras acciones. No damos un paso atrás en nuestras necesidades ni en nuestros derechos", sostiene el sindicalista.