La campaña egipcia de naranja Valencia avanza en un mercado bastante competitivo y disfruta de una fuerte demanda. Sin embargo, los exportadores se ven frenados por la cuestión del calibre esta temporada, sin olvidar el lastre que les supone la interminable crisis del mar Rojo. Mohamed Mzayen, director de exportación de Al-Omar, nos informa sobre la marcha de la campaña.
"Las naranjas egipcias siguen disfrutando de una fuerte demanda mundial. Mercados clave como Arabia Saudí, Rusia, los EAU y los Países Bajos siguen muy activos, con volúmenes de importación constantes. Además, el mercado canadiense ha mostrado un crecimiento significativo, un destino en el que Egipto ha superado a España y Marruecos en exportaciones de naranjas. Sin embargo, la demanda en el sudeste asiático ha sido más lenta de lo esperado, debido principalmente a los contratiempos logísticos causados por la crisis del Mar Rojo, que ha afectado a las rutas marítimas y ha incrementado los costes", explica Mzayen.
La demanda de naranjas egipcias se ha visto impulsada por las dificultades de la competencia española y de otros países. "Esta temporada, la competencia de España ha sido menor de lo habitual a raíz de unas condiciones meteorológicas adversas, en particular la sequía, que ha reducido su producción de naranjas. Del mismo modo, Sudáfrica ha tenido problemas relacionados con la calidad, lo que le ha dado a Egipto ventaja en el suministro de fruta de alta calidad. Estos factores han permitido a las naranjas egipcias reforzar su presencia en mercados internacionales clave", asegura Mzayen.
El panorama no es del todo halagüeño. Al igual que en la campaña 2022/2023, los productores egipcios se enfrentan a un importante obstáculo en la comercialización de naranjas esta temporada, a saber, la escasez de calibres grandes. "Esta temporada, las naranjas de gran calibre representan solo el 20-25% de la producción, lo que obliga a cambiar la estrategia de mercado", indica Mzayen.
Por tanto, los exportadores deben decidir el destino de sus naranjas grandes. "En Al-Omar, hemos optimizado nuestra clasificación y envasado para garantizar que los calibres más grandes se destinen a los mercados premium, como la región del Golfo y determinados países europeos, como Países Bajos, Alemania, Rusia y Francia, donde la demanda de fruta más grande es alta. Mientras tanto, mercados como India y Malasia prefieren naranjas de calibre más pequeño, lo que los convierte en un destino ideal para la cosecha de esta temporada", prosigue el exportador.
La abundancia de calibres pequeños ha tirado del precio a la baja al principio de la temporada, según Mzayen. Y añade: "En comparación con la temporada pasada, los precios han sido alrededor de un 25% más bajos debido a la abundancia de fruta de pequeño calibre, lo que ha aumentado la competencia entre los exportadores. Sin embargo, hacia el final de la temporada, los precios repuntaron hasta situarse entre 800 y 900 dólares por tonelada, casi el doble que a mitad de temporada. Aunque la recuperación de los precios es una tendencia positiva, las condiciones de pago siguen siendo difíciles en algunos mercados, ya que algunos compradores solicitan plazos de pago más largos, lo que exige una cuidadosa gestión financiera".
El éxito de la campaña depende en gran medida de la capacidad del exportador para mejorar la clasificación, concluye Mzayen. "Utilizamos tecnología de clasificación avanzada para satisfacer las preferencias específicas de tamaño y calidad de los distintos mercados. Además, invertimos en marketing digital y branding para ayudar a nuestros clientes a aumentar sus ventas. Nuestro compromiso con un estricto control de calidad y una gestión eficiente de la cadena de suministro garantiza que entreguemos naranjas de primera calidad a los mercados internacionales, lo que refuerza nuestra ventaja competitiva".
Para más información:
Mohamed Mzayen
Al-Omar
Tel.: +201092733545
alomarexport@gmail.com