Apenas iniciada, la campaña del aguacate libanés, como el resto de las exportaciones agrícolas, se interrumpió bruscamente debido a la guerra en el sur del país. Dos meses después, a finales de noviembre de 2024, se alcanzó un acuerdo de alto el fuego, aunque de lenta aplicación. Desde entonces, los exportadores libaneses han presionado para relanzar la campaña. Según Hania Chahal, economista libanesa especializada en agroindustria, "la campaña del aguacate libanés todavía no está perdida".

"En el sector del aguacate se perdieron grandes volúmenes debido a la imposibilidad de los productores de acceder a sus campos, sobre todo los situados cerca de la frontera sur. Como resultado, labores como el riego, la cosecha y el envasado se interrumpieron durante largos periodos, lo que provocó la pérdida de hasta el 40% de la fruta. Sin embargo, no todo está perdido, ya que los calendarios de todas las variedades se prolongan hasta mayo. La aplicación del alto el fuego y la presencia progresiva del ejército libanés en la región nos dan esperanzas de que se salve la temporada del aguacate, así como las próximas campañas frutícolas, como la de fruta de hueso", explica Hania.
En cuanto a la producción, los agricultores se las van arreglando a pesar de las condiciones extremas. En cambio, la exportación sigue siendo complicada. La logística no está plenamente operativa y hay que recuperar clientes. No obstante, Hania se muestra confiada.
"Las compañías aéreas aún no han restablecido los vuelos al Líbano, pero la compañía nacional sigue plenamente operativa y esperamos que el resto de vuelos regresen pronto", afirma Hania. "El puerto de Beirut también está operativo. Los agricultores tienen ahora sus propios almacenes de envasado y pueden reanudar las exportaciones. Las cosas son menos cómodas para los que no disponen de ellos, ya que tienen que enviar su fruta al centro de poscosecha, en Becá".

La comercialización sigue siendo el principal reto. En octubre de 2024, en plena guerra, los exportadores libaneses cancelaron su participación en Fruit Attraction en Madrid por falta de visibilidad, y el pabellón libanés fue clausurado. Tampoco en Fruit Logistica, este mes, reservaron sus stands habituales, aunque algunos acudieron como visitantes. Por su parte, Hania acudió a la feria como visitante e intentó reavivar el interés por la fruta libanesa. "Vi que la demanda está ahí, solo necesita un poco de tiempo. Por ejemplo, muchos importadores turcos quieren aguacates del Líbano para redistribuirlos en Rusia. La demanda también es fuerte en el Golfo. Estamos trabajando con los exportadores para reactivar las exportaciones en el mercado europeo", manifiesta Hania.
A principios de enero de 2025, el país vivió un acontecimiento importante: Joseph Aoun fue elegido presidente del Líbano, cargo que llevaba vacante desde 2022. Le siguieron un gobierno y un primer ministro tras un difícil periodo de gestación. La noticia fue recibida con gran entusiasmo por los agentes del sector agroalimentario. Hania comenta: "Es un punto de inflexión crítico. El reconocimiento internacional nos traerá más estabilidad, más inversiones y la aplicación de reformas pendientes. Necesitamos más centros de envasado e infraestructuras para mejorar la calidad, impulsar el desarrollo varietal y obtener más certificaciones".
"Por ejemplo, ha habido un reciente repunte de las certificaciones sociales que abrirán importantes mercados minoristas a los exportadores libaneses, junto con ensayos para ampliar las zonas de producción y adoptar nuevas variedades y productos. Aunque el alto el fuego nos permitirá recuperar nuestros mercados tradicionales, un entorno político estable y normal es el camino para desarrollar toda la industria", añade Hania.

Esta evolución da esperanzas a los exportadores sobre la reapertura del mercado saudí, que con tanta impaciencia han estado esperando. El mercado saudí solía absorber grandes volúmenes de productos frescos libaneses, pero en 2021 prohibió las importaciones desde el Líbano. "No podemos seguir donde lo dejamos. Incluso tras el nombramiento de un nuevo gobierno en el Líbano y con el cumplimiento de las exigencias de las autoridades saudíes, los exportadores libaneses se encontrarán con que el mercado saudí ha crecido considerablemente entretanto. Hoy en día, las normas son tan exigentes como en la UE y se requieren muchas certificaciones para acceder al mercado minorista. Arabia Saudí también ha hecho grandes progresos en términos de producción local, y será difícil recuperar la misma posición que dejamos en este mercado", admite Hania.
La economista concluye con la misma nota de optimismo: "Tenemos la suerte de contar con lo esencial: microclimas adecuados, tierras fértiles, ausencia de problemas fitosanitarios, agua suficiente y estacionalidad competitiva para varias frutas como aguacates, uvas y frutas de hueso. Son bazas decisivas. A corto plazo, la temporada libanesa de aguacate ya está aquí y se prolongará hasta mayo, con un 50-60% de los volúmenes habituales disponibles para la exportación, fruta de primera calidad y un sabor excepcional en los calibres 18-24. La temporada de fruta de hueso empieza pronto con excelentes cerezas".
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Hania Chahal
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