Decepcionados. Así es como se sienten algunos productores y expedidores tras la aplicación de un arancel del 25% a los productos procedentes de Canadá y México. "A primera vista, entendemos las ramificaciones de estos aranceles. Sin embargo, no creo que a ninguno de nosotros nos entusiasmen los aranceles sobre ningún producto", manifiesta Ken Gad, de Cambridge Farms, Inc.
Este sentimiento es consecuencia de una sensibilidad general en torno al aumento de los precios de los comestibles, una preocupación que los consumidores han expresado durante meses, si no años. Sin embargo, en el caso de las frutas y hortalizas, la decepción estriba en el concepto global de los aranceles. "El impacto de los aranceles en artículos como un coche nuevo o un teléfono, cuando se desglosa la media, no va a perjudicarles tan drásticamente como lo hace cada día con los comestibles. Creo que a muchos de nosotros nos decepciona que los aranceles afecten a productos y alimentos que necesitamos a diario para sobrevivir. No necesitas un coche nuevo, pero sí comida", dice Gad. "Ese va a ser el mayor impacto, como ya lo ha sido para los ciudadanos estadounidenses y canadienses".

El futuro de las patatas estadounidenses
¿Qué significa todo esto para el sector de la patata? "La patata es probablemente una de las materias primas más fáciles de mantener en Estados Unidos. Una gran parte de lo que cultiva Canadá llega a EE. UU.", afirma Gad.
También añade que ha habido algunas provincias canadienses que enviaban patatas a precios mucho más bajos que otras provincias, lo que a su vez perjudicaba al sector estadounidense de la patata.
Lo que esto significa para la fijación de precios y cómo evoluciona aún está por determinar, pero una idea que Gad menciona es la variedad y la fijación de precios específicos por regiones: por ejemplo, se podría ofrecer a los compradores precios para patatas rojas o amarillas de diferentes regiones. "El arancel del 25% de esta provincia canadiense puede seguir siendo menor por ser tan baratas en comparación, por ejemplo, con la nueva cosecha de una región productora estadounidense como Florida", indica.
¿Y las patatas Russet? "Aunque puede que no sea tan necesario importar Russet como los otros colores y tengamos un amplio suministro en EE. UU., también apreciamos tener la posibilidad de utilizar ese suministro importado para mantener un equilibrio competitivo tanto en precio como en calidad", añade Gad.
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Ken Gad
Cambridge Farms Inc.
Tel.: +1 508-297-2630
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