Las transacciones de naranjas continúan en los campos de la Comunidad Valenciana con precios estables en unos días en los que las lluvias han frenado momentáneamente las recolecciones. "La campaña avanza bastante animada tanto en campo como en la comercialización de cítricos, con niveles de precios estables y, sobre todo, correctos", puntualiza Víctor Fuster, de Germans Fuster. "Y un factor bastante importante este año está siendo que el zumo está manteniendo los precios a nivel internacional, lo que está ayudando a que los precios del mercado fresco no se estén desplomando en los momentos críticos de la campaña".
"Además, la demanda ha ido bastante bien tanto en la primera parte de la campaña como en esta segunda mitad, en la que, a pesar de la ralentización que siempre se observa en febrero, vemos que el consumo y la demanda son buenos", apunta.
"Como los años anteriores, la fruta barata importada de otros orígenes, mayoritariamente de Egipto, nos condiciona bastante en cuanto a la venta; pero hasta este momento el volumen de fruta egipcia que ha llegado a Europa es bastante menor que el de las campañas pasadas. Lo que sí vemos, y que nos está afectando de lleno, es que los supermercados europeos están volviendo a poner en práctica políticas de precios agresivos y a poner a los cítricos como productos reclamo, haciendo que sea muy difícil trasladar el valor del producto a todos los eslabones de la cadena", asegura Víctor.
"Hay que tener en cuenta que los precios de una Navelina no son los mismos que los de una N.Lane Late, o los de una Clemenules no son los mismos que los de una Nadorcott, pero a la hora de vender, la gran distribución se muestra muy rígida y reacia a subir los precios", prosigue. "Y a eso hay que sumar que, debido a la fuerte competencia que existe entre los supermercados, este tipo de políticas de promociones y precios agresivos se extiende fácilmente entre los retailers, penalizando a toda la cadena de valor".
"No obstante, la estabilidad de la campaña nos hace ser bastante optimistas con respecto a los meses que aún quedan. Además, a pesar de los abandonos que hay de fincas agrícolas, también se ven nuevas plantaciones de cítricos que son muy ilusionantes, porque vemos que la apuesta por los cítricos continúa en la Comunidad Valenciana", destaca Víctor.
"El año pasado vivimos una situación muy extrema con la competencia de cítricos de Egipto por el bloqueo del paso del mar Rojo que no fue positiva ni siquiera para ellos, ya que liquidaron su fruta con precios bajísimos y poca rentabilidad. Pero este año vemos que, aunque sus precios de venta nos condicionan, nuestra fruta puede obtener niveles de precios adecuados", añade.
"Seguimos teniendo una gran ventaja, que es la calidad superior de nuestro cítrico y nuestro gran dinamismo. Egipto solo cultiva Valencia, que comercializan principalmente en cajas de 15 kilos, mientras el comercio español en general, y el valenciano en particular, ofrece una gama entera de variedades —en naranjas, pero también en clementinas y mandarinas—, con una amplia oferta de formatos y elaboraciones que evitan que se tenga que reempaquetar la fruta en destino, con los costes que eso conlleva. Además, con un servicio y una logística ultraeficiente y, algo que hay que recordar, con unos precios supercompetitivos", sostiene Víctor.
"En Germans Fuster, además, trabajamos cítricos certificados con el sello de la IGP Cítricos Valencianos, con lo que ofrecemos una garantía adicional de calidad defendiendo en todo momento el producto de km 0 de nuestros agricultores", remarca el también vicepresidente de la IGP Cítricos Valencianos, "y esto los consumidores lo valoran".
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