El mercado global del melón está atravesando una considerable transformación, impulsada por cambios en el consumo, dificultades logísticas y la necesidad de diferenciación. Con una demanda de productos premium, las empresas productoras y exportadoras han tenido que adaptarse a nuevas exigencias para seguir siendo competitivas.
Los supermercados y mayoristas ya no se enfocan únicamente en volumen y precio, sino que buscan productos con valor agregado. "Estamos viendo un cambio en la mentalidad del mercado. El consumidor quiere calidad garantizada y está dispuesto a pagar más por un producto diferenciado", afirma Aryan Schut, gerente de ventas de Itaueira.
Itaueira, un productor brasileño de melones y sandías, ha retomado sus exportaciones en 2024 después de un paréntesis de siete años debido a la sequía y restricciones de agua. La empresa cuenta con más del 35% de participación en el mercado local con 90.000 toneladas anuales. En la actualidad, exporta principalmente melón Amarillo, con pruebas comerciales en Europa y planes de expansión a Canadá y Medio Oriente. Esta variedad representa más del 85% de su producción.
"Cabe resaltar que el melón Amarillo es la variedad principal en la producción de Itaueira, complementado por Piel de Sapo, Galia y Cantalupo. La empresa garantiza suministro de fruta durante todo el año", explica.
"Europa, Canadá y Medio Oriente se han convertido en destinos significativos para los exportadores de melón, aprovechando la menor producción en ciertas épocas del año, aunque un producto de calidad puede venderse incluso cuando hay fruta disponible en los mercados de destino", enfatiza Aryan.
Uno de los mayores inconvenientes que enfrenta el mercado del melón en Brasil es la logística. "El transporte marítimo está sufriendo retrasos significativos, lo que afecta la calidad y el tiempo de llegada de la fruta. Esto supone un riesgo para un producto que se cosecha en su punto óptimo de maduración y que necesita llegar en condiciones óptimas a los mercados de destino. El cambio climático también ha impactado la producción de melón en distintas regiones. En el noreste de Brasil, una sequía prolongada obligó a muchos productores a replantear su estrategia. La tecnología y el control de producción son importantes para minimizar los efectos del clima en los cultivos", señala Aryan.
Las pruebas comerciales realizadas entre septiembre y enero han demostrado que hay espacio para melones diferenciados en sabor y calidad. "El consumidor está buscando algo más que un producto genérico. La diferenciación es importante para competir con la producción europea", indica.
Con la evolución del mercado y la necesidad de adaptación, la tendencia apunta a un crecimiento en la exportación de melón premium. "El mercado está cambiando y las empresas deben estar preparadas para evolucionar con él", concluye Aryan.
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Aryan Schut
Itaueira
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