La transición de la temporada de invierno a la de primavera está ya en marcha para los mayoristas que distribuyen a hostelería y restauración. Ya va saliendo más el sol y el surtido de productos disponibles también empieza a cambiar. "Con la llegada de la primavera, la gama crece. Tenemos ganas de ver lavanda de mar, porque significará que la temporada de primavera está ya en plena marcha", afirma Atilla Vandenbogaerde, del mayorista para hostelería y restauración Atilla Dagvers.
Parece que ya ha quedado atrás la época de largas noches. "En general, hemos tenido un buen invierno, aunque siempre hay menos trabajo que en verano. Creo que ha sido así para todos, por lo que nosotros aprovechamos para optimizarlo todo internamente", explica Atilla. "Así que ahora estamos muy bien preparados para la temporada de verano y estamos contentos de que por fin empiece. Vemos que los espárragos están volviendo ya a los menús de todos los clientes. También tenemos ajos silvestres, que importamos directamente de Francia, guisantes y habas; son productos de primavera que vuelven a la palestra. La gama se va ampliando poco a poco y lo seguirá haciendo en los próximos meses".
El mayorista de Deerlijk, en Flandes, está ahora mismo muy ocupado con los espárragos. "Hemos empezado un poco más tarde de lo habitual. El año pasado, la campaña arrancó en la última semana de febrero y con buen nivel de precios. Esta vez se han adelantado, pero de todas formas, las ventas han empezado bien. Siguen estando bastante caros debido a lo limitado de los volúmenes, pero los precios van a ir ya bajando poco a poco. A los restaurantes siempre les cuesta un poco aceptarlo, pero también son conscientes de que los espárragos siempre se venden. Todo el mundo los quiere en el menú, y en las próximas semanas resultará cada vez más sencillo. La gente tiene ganas".
"También vendemos un auténtico producto regional belga: los brotes de lúpulo", prosigue entusiasmado. "En Países Bajos no los encuentras, pero aquí se venden muy bien en esta época. Es algo típico del oeste del país, y nosotros estamos situados en Flandes Occidental, así que aquí, en un radio de 20 minutos, tenemos a varios productores que trabajan con él. Hacen falta dos horas de trabajo para obtener un kilo de brotes de lúpulo, por lo que es un producto bastante exclusivo. Los mejores restaurantes lo esperan con impaciencia y les encanta utilizarlo. A los amantes de los brotes de lúpulo les gusta mucho consumirlos con un huevo escalfado y salsa holandesa".
Los restaurantes tratan de responder a estas tendencias. "Es evidente que todos quieren destacar con un menú de temporada. Ahora están apostando por los brotes de lúpulo y luego lo harán por los espárragos. En los próximos meses se irá ampliando la gama poco a poco. Para nosotros es importante darle a nuestros clientes una mayor capacidad de diferenciación".
"Algo llamativo es que todavía se siguen vendiendo setas silvestres. La demanda está disminuyendo un poco, pero sigue habiendo. Tenemos bastantes clientes que siguen teniéndolas en el menú. La oferta es un poco más limitada, pero sigue habiendo rebozuelos. Ahora vienen de Portugal y la calidad también es muy buena. La cosa también marcha bien con las verduras de agua salada, aunque seguimos esperándolas con impaciencia. Las primeras llegarán de Marruecos dentro de quince días, tras lo cual también llegará al mercado el suministro holandés. Los próximos meses se presentan ilusionantes".
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Atilla Vandenbogaerde
Atilla Dagvers
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