Una lucha que parece desigual, pero que en muchos casos da buenos resultados, salvando la cosecha: ¿qué estrategias despliegan los agricultores para contrarrestar el fenómeno de las heladas? En la noche del miércoles 19 de marzo de 2025 se produjo el primer episodio de los dos sucesivos previstos. En Emilia-Romaña, los productores han desplegado todas las técnicas posibles contra las heladas y el resultado final no se verá hasta pasados unos días.
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Riego antiheladas bajo cubierta en la finca Casadei.
A partir de las 22.00 horas del 18 de marzo, la temperatura en las llanuras del interior de la provincia de Rávena se aproximaba a cero, lo que causó no poca preocupación entre los agricultores. Uno de los métodos más utilizados fue el riego bajo el follaje: la empresa Golinucci Daniele de Forlì protegió una plantación de kiwi amarillo G3 con aspersores, que se activaron a primera hora de la noche.
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Estufa produciendo aire caliente.
Avanzando unos cientos de metros, nos encontramos con la explotación de otro productor, que está equipada con una estufa de gas que genera calor sobre un remolque y lo reparte por todas partes como si fuera un atomizador: es necesario pasearse por la finca toda la noche para intentar subir la temperatura unos grados.
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Davide Vernocchi, presidente de Apoconerpo, en su finca.
En Villanova di Ravenna, Davide Vernocchi, agricultor y presidente de Apoconerpo, pasó la noche cargando y supervisando sus estufas de pellets. "Hemos instalado casi 400 y, al mismo tiempo, he puesto en marcha el sistema de riego por goteo. A ver si, como otros años, es suficiente para proteger la cosecha de fruta de hueso. Es duro, tenemos que correr toda la noche, pero no tenemos elección: hay que proteger la producción", dice Vernocchi.
Paseando por la campiña romañola, parece como si estuviéramos cerca de un aeropuerto, con muchos aviones con los motores en marcha, listos para despegar: en realidad, es el siseo producido por las turbinas eólicas, acompañado del ruido de los generadores eléctricos.
La máquina antiheladas de Officine Mingozzi.
Los hermanos Piolanti, de Forlì, utilizaron por primera vez la máquina antiheladas de Officine Mingozzi: durante el resto de la temporada es una máquina escardadora pero, en estas noches, se utiliza para elevar la temperatura de la plantación, gracias a las llamas abiertas que se producen entre las hileras.
Estufas en el campo de Rávena.
La empresa de Antonio Casadei, de la provincia de Rávena, complementa el riego bajo hilera con la quema de paja: un método que salvó la cosecha incluso en los terribles años 2020, 2021 y 2023.
Más estufas de pellets.
"Cuesta mucho dinero protegerse de las heladas", asegura Piolanti, que dirige una explotación frutícola de unas 30 hectáreas, "pero no tenemos alternativa si queremos seguir obteniendo ingresos".