Actualmente, la exportación al Caribe enfrenta dificultades como la volatilidad en los envíos marítimos y la variabilidad de precios. Uno de los principales problemas logísticos es la cancelación de envíos a última hora por parte de las navieras, lo que genera pérdidas y afecta la estabilidad del comercio. Algunas empresas han optado por enviar a las islas del Caribe contenedores mixtos que incluyen productos como aguacate, tomate, pimiento morrón, jengibre y piña, adaptándose a las necesidades de los compradores en la región.
"Siempre buscamos garantizar que el producto llegue en las mejores condiciones al cliente", explican Melina Marcelino y Juan Peña, representantes de Fruggies. "No se trata solo de vender, sino de controlar toda la cadena operativa desde República Dominicana". La empresa, con envíos regulares a Trinidad y Tobago y Curazao, actualmente exporta entre 9 y 11 contenedores semanales, lo que suma aproximadamente 520 al año, y tiene la meta de alcanzar los 15 contenedores semanales en el corto plazo.
Entre los principales competidores en el mercado de exportación de frutas y vegetales frescos hacia el Caribe se encuentran Costa Rica, Estados Unidos, Canadá, Países Bajos y Brasil, lo que representa un reto para los exportadores dominicanos que buscan mantener su participación en el mercado.
"Los precios son muy variables, cambian semana a semana dependiendo de la oferta y la demanda", comentan. Ejemplo de ello es el pimiento morrón, cuyo precio en diciembre aumentó debido a la reducción de la producción en Estados Unidos, lo que obligó a Fruggies a mantener su suministro a clientes aún sin margen de ganancia. "Estamos en negociaciones para iniciar exportaciones a Estados Unidos, específicamente a Florida y la costa este", confirmaron los directivos. Europa también es una posibilidad, aunque los tiempos de tránsito requieren mayor planificación y podrían limitarse a productos que puedan transportarse vía aérea.
"La demanda del mercado local, impulsada por el auge del turismo en destinos como Punta Cana, Puerto Plata y Samaná, ha generado un equilibrio entre la exportación y el consumo interno. La disponibilidad del producto se mantiene estable, pero en momentos de escasez los precios pueden aumentar considerablemente, reflejando la alta demanda tanto en el mercado nacional como internacional", mencionan.
"El comportamiento del consumidor en el Caribe se distingue por una preferencia marcada por productos convencionales en lugar de orgánicos, debido a su menor costo. A diferencia de Europa, donde la sostenibilidad y la certificación orgánica son tendencias en alza, en el Caribe la prioridad sigue siendo el precio y la disponibilidad del producto. Aunque los procesos fitosanitarios de los productos convencionales garantizan estándares de calidad adecuados, la falta de interés en los orgánicos se mantiene. Además, los consumidores de la región se adaptan a la volatilidad del mercado, aceptando fluctuaciones de oferta y demanda, pero con una clara preferencia por estabilidad en los precios y el suministro", explican.
En cuanto a certificaciones, el mercado caribeño actualmente no las exige, pero la empresa evalúa obtener la certificación Global GAP para fortalecer su competitividad en mercados más regulados. "Aunque trabajamos con productos convencionales, Global GAP sería una certificación clave para garantizar estándares de calidad internacionales", concluyen.
Para más información:
Melina Marcelino y Juan Peña
Fruggies
República Dominicana
Tel.:+1 829 638 0090/ +1 829 637 2617
melina@fruggies.com.do
juan@fruggies.com.do
www.fruggies.com.do