El presentador estadounidense Jimmy Kimmel engañó a peatones desprevenidos en Los Ángeles haciéndoles creer que estaban probando una fresa de 19 dólares de Erewhon, una tienda de comestibles de alta gama. En realidad, estaban comiendo fresas normales de Driscoll's que solo costaban 36 centavos de dólar cada una. Los participantes alabaron el sabor "premium", y algunos afirmaron que eran más dulces y jugosas. Incluso un chef insistió en la diferencia entre dos fresas idénticas. Cuando se reveló la verdad, exclamó: "¡Oh, mierda!". La broma, emitida en el programa Jimmy Kimmel Live, hizo que los usuarios de las redes sociales se rieran de lo fácil que era engañar a la gente, y a muchos les pareció que las reacciones eran a la vez graciosas y vergonzosas.
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