Las condiciones meteorológicas extremas siguen afectando a las cosechas anuales en Estados Unidos. En el noroeste del Pacífico, una intensa helada ha afectado a las cosechas de peras, cuyos resultados pronto serán evidentes en las tiendas. Washington y Oregón, que producen el 87% de las peras del país, han sufrido un drástico descenso este año. Los 10,6 millones de cajas de peras estimadas representan un descenso del 31% respecto a la media de cinco años, debido principalmente a los daños causados por las heladas en las regiones del norte.
A pesar de haber peras disponibles, los daños por heladas han causado un anillo marrón o rojizo y en la fruta, y los expertos señalan que esto puede afectar a las ventas. Jon DeVaney, presidente de la Washington State Tree Fruit Association, declara: "Si la fruta no tiene un aspecto atractivo en la tienda, no se vende, o se vende con tal descuento que los productores no pueden costear la cosecha".
Esta merma no es aislada. Los agricultores de todo el mundo se enfrentan a dificultades para adaptarse a los cambios medioambientales, lo que pone en peligro el suministro de alimentos. Esto puede dar lugar a menos productos, precios más altos y la pérdida de productos elaborados con ellos. Por ejemplo, los vinicultores europeos están emigrando al norte para evitar perder sus productos.
Se están tomando medidas para hacer frente a estos retos agrícolas. Los investigadores están editando genes resistentes a la sequía encontrados en las peras para mejorar la resistencia de otros cultivos. Además, los avances en agricultura vertical pueden mejorar la eficiencia y aumentar la producción de alimentos.
Fuente: TCD