El consumo de naranja ha bajado de forma preocupante en Europa, especialmente entre los consumidores más jóvenes, mientras que el de mandarina solo sufre un ligero descenso y el de limón se mantiene. ¿Cómo podría revertirse esta situación? Este fue uno de los temas más comentados en el reciente Fruitnet Citrus Congress en Valencia, además de la pérdida de cuota de mercado de España en naranjas y mandarinas. ¿Cómo mantendrá España su liderazgo en los próximos años?
Las cifras de consumo de cítricos, especialmente el de naranja, en Reino Unido, Países Bajos y España muestran un descenso importante. En los hogares españoles, los paneles de consumo muestran como se ha pasado de 22 kg per cápita en 2009 a 13 kg per cápita en 2024. "La caída del consumo de naranja es un dato muy preocupante y que se atribuye, principalmente a la falta de promoción por parte del sector", manifestó en una mesa redonda el asesor y consultor Paco Borrás.
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Antonio Medina, director de compras de Socomo, expresó que "en la gran distribución, a la hora de hacer una promoción que anime al consumo, no somos muy buenos. Se necesita el apoyo de un sector unido para hacer este tipo de acciones".
"Todos somos conscientes de lo que está pasando y de que el problema es importante. El margen de mejora es tan grande que lo importante es empezar", manifestó Miguel Abril, director comercial de Anecoop. "Para hacer algo que funcione tenemos que llevarlo a cabo todos juntos, como sector. Las promociones a nivel de empresa están bien y regionales, como la IGP Cítricos Valencianos, están bien, pero necesitamos hacer un esfuerzo mucho mayor de promoción de los cítricos españoles y para ello, hace falta mucho dinero", destacó. Miguel Abril, quien reconoció que Intercitrus ha tomado ciertas decisiones que inician "pequeños pero buenos pasos".
Antonio Alarcón, CEO de Bollo Natural Fruits, con una de las marcas más representativas de los cítricos en España, indicó que "si hay que tomar decisiones como sector, nosotros seremos los primeros. Sin importar cuan fuerte sea una marca u otra, la caída del consumo de la naranja española es un problema colectivo".
"No creo que sea suficiente con comunicar las bondades de la naranja. El consumidor se dirige cada vez más a productos fáciles de consumir y por tanto, tenemos que pensar en ofrecer nuevas formas de comer la naranja, como la IV gama, por ejemplo. Si siempre hacemos las cosas igual, siempre obtendremos los mismos resultados. Si somos capaces de ofrecer un producto diferente y que además sea consistente en sabor, el consumidor repetirá sus compras", sostuvo Antonio Alarcón.
La pérdida de cuota de mercado ante países terceros emergentes como Sudáfrica, Egipto, Marruecos o Turquía, ponen de relieve la importancia de recuperar la marca España, aprovechando el liderazgo del país en producción, know how, cercanía en el caso de la UE, seguridad alimentaria etc.
"Para impulsar la marca España en naranja y mandarina harían falta unos 60 millones de euros anuales durante al menos 6 años", indicó Paco Borrás. "Creo que este sería un buen momento para la creación de una interprofesional de la naranja y la mandarina en España, como Ailimpo en el caso del limón y el pomelo", recordó, a la vez que subrayó que "no hemos sido capaces de darle más valor a nuestras naranjas y mandarinas. 'Nos hemos vendido demasiado baratos' a la distribución".
"El futuro será el que nosotros queramos que sea", subrayó Miguel Abril. "España todavía sigue siendo líder en la citricultura mundial y tenemos que ejercer como tal. La competencia viene siendo cada vez más dura y los agricultores y empresas que no se agrupen y adquieran una mayor dimensión para poder invertir en mejora varietal, automatización y en definitiva, para ser más eficientes, lo tendrán cada vez más difícil".
Estuvimos hace poco en Egipto y creo que la distancia en calidad con los cítricos españoles aún es enorme. ¿Vamos a darles tiempo para que aprendan y nos ganen la batalla?", indicó Abril. "Opino que primero debemos de arreglar las cosas en España como sector, en cuanto a unión y organización, y después sería interesante trabajar en colaboración con otros países de la UE para más tarde, ver cómo colaboramos con otros orígenes. No es normal que las naranjas y las mandarinas españolas no tengan representación en el Wolrd Citrus Association, por ejemplo", señaló.
"Con calidad seremos imbatibles", subrayó Antonio Alarcón. "Los países terceros no tienen aún este nivel de calidad, pero lo tendrán, por eso no nos podemos dormir". En este aspecto, Paco Borrás concluyó exponiendo que "el futuro de las naranjas y las mandarinas es de España, quien debería controlar el producto que llega a Europa, incluyendo el de otros orígenes, y no Países Bajos, por ejemplo".