La campaña citrícola 2024/25 se cierra con un balance extremadamente positivo para Agrusib. El presidente de la empresa, Domenico Oriolo, confirma que el volumen de negocios ha aumentado considerablemente, con un crecimiento estimado de alrededor del 50% respecto al año anterior, si no más. Este resultado ha sido posible gracias a la entrada en producción de nuevas plantaciones realizadas en años anteriores, que por fin están dando sus frutos.
Especial éxito han tenido las naranjas tardías, cuya demanda ha aumentado en todo el mundo. "El año pasado las vendíamos en mayo, este año ya en febrero", explica Oriolo, que hace hincapié en que esta comercialización más temprana responde a la escasez de producto en varios mercados internacionales. "En España, por ejemplo, ha habido una gran escasez, y lo mismo puede decirse de otros países productores. En consecuencia, la demanda ha aumentado considerablemente y los precios se han mantenido en niveles muy satisfactorios".
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Un año que empezó pronto y terminó pronto
La cosecha de cítricos comenzó entre finales de septiembre y principios de octubre con las clementinas tempranas, seguidas de variedades tradicionales como la clementina Comune y la Hernandina, lo que ha permitido alargar la campaña hasta finales de enero. La calidad del producto ha sido alta, con frutos de buen calibre y excelentes características organolépticas.
El comportamiento de las naranjas ha sido igualmente bueno, gracias a la introducción de nuevas variedades libres de virus, como la Navel VCR, caracterizada por un alto contenido en azúcar y un calibre superior al de las variedades tradicionales. "La Navel tradicional, que aunque de buena calidad tenía el problema de que el calibre es pequeño, ha desaparecido", comenta Oriolo. "Esto ha permitido obtener precios de venta más ventajosos, acordes a la creciente demanda de productos de calidad superior".
Descenso del consumo interno y auge de las exportaciones
Desde el punto de vista comercial, se ha producido un ligero descenso del consumo interno, compensado en gran medida por el aumento de la demanda exterior. "Las exportaciones han desempeñado un papel decisivo", subraya Oriolo. "Los países de Europa del Este se han vuelto cada vez más exigentes en términos de calidad. Mientras que antes aceptaban calibres más pequeños, ahora quieren fruta que cumpla las normas exigidas también por los mercados occidentales. Esta evolución ha permitido mantener altos volúmenes de venta en el extranjero, con precios competitivos y sostenibles para los productores".
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"En cuanto a los mercados de Europa occidental, Alemania y Francia siguen apreciando el producto italiano, que mantiene cierto atractivo para la exportación. Distinto es el caso de los Países Bajos y Escandinavia, donde el dominio de la producción española sigue siendo difícil de socavar. Son mercados que vigilamos de cerca, pero nuestro principal objetivo sigue siendo otro", señala Oriolo.
Condiciones meteorológicas y crisis del limón
Las condiciones meteorológicas han tenido un gran impacto en la campaña citrícola, pues han contribuido a acortar su duración en unos 20 días. Las fuertes lluvias y las temperaturas inusualmente altas de finales de 2024 provocaron el fenómeno de la "mancha de agua" en las clementinas Comune, reduciendo la cantidad de producto disponible en el mercado y haciendo que la campaña se cerrara antes de tiempo.
Si bien la campaña ha sido positiva para naranjas y clementinas, no puede decirse lo mismo de los limones, que atraviesan una fase muy difícil. "En los últimos diez años se han plantado muchos limoneros nuevos, y ahora nos encontramos con un excedente de producción que está deprimiendo los precios", explica Oriolo. "El principal problema es que los limones no se consumen con tanta frecuencia como las naranjas o las clementinas, y la gran distribución no tiene interés en incentivar su compra mediante ofertas promocionales".
"Esta situación ha provocado un descenso generalizado de la rentabilidad del sector, agravado por el aumento de las importaciones procedentes del extranjero. A diferencia de otros cultivos, en los que la demanda tiende a compensar cualquier desequilibrio, en el caso del limón, la sobreproducción está causando importantes dificultades a muchos productores", añade el presidente de Agrusib.
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A pesar de los problemas críticos relacionados con los limones y las condiciones meteorológicas, Agrusib cierra la campaña citrícola con gran satisfacción y mira al futuro con optimismo. "Los kakis Rojo Brillante también han tenido un año excelente, con una gran calidad y un crecimiento constante de la producción año tras año", concluye Oriolo.
Ahora la empresa se prepara para la próxima campaña citrícola, con el objetivo de consolidar los resultados obtenidos y afrontar los nuevos retos del mercado con estrategias cada vez más específicas e innovadoras.
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