La exportación de frutas brasileñas enfrenta complicaciones por la falta de infraestructura refrigerada, altos costos logísticos internos y demoras en certificaciones, afectando la calidad y competitividad.
Hevile, con sede en Brasil y más de 27 años de trayectoria en logística internacional, se ha posicionado en el transporte de productos perecederos. Aunque no exporta directamente, su papel como operador logístico es fundamental para que las frutas brasileñas lleguen a destinos internacionales como Europa. "Nosotros hacemos toda la logística marítima y aérea, desde las fincas productoras hasta el aeropuerto o puerto, incluyendo el despacho aduanero", explicó Vinicius Wanderley Campos, director ejecutivo de la compañía.
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La empresa moviliza mensualmente cerca de 1.000 toneladas, principalmente de papaya y mango, los productos con mayor volumen en su cartera. A estos se suman frutas más delicadas como higo, atemoya, aguacate, pitahaya y lichi, aunque en menores cantidades. "El higo es probablemente el más delicado que manejamos, pero sin duda los mayores volúmenes son papaya y mango", detalló Vinicius.
"En un país con dimensiones continentales, la concentración de vuelos internacionales en la franja Río-São Paulo representa un gran reto logístico. Gran parte de la producción frutícola se encuentra en el Nordeste, lo que obliga a recorrer extensos trayectos por carretera. Se necesitan tres días de transporte por carretera para llegar a los principales aeropuertos, como Guarulhos o Campinas, lo que incrementa los costos, tiempos de entrega y el riesgo de pérdida de calidad. A esto se suma la escasa infraestructura refrigerada en varios de los principales aeropuertos del país, lo que complica aún más el mantenimiento de la cadena de frío", señaló.
© HevileOtro punto crítico es la escasez de inspectores del Ministerio de Agricultura, lo que retrasa la emisión de certificados fitosanitarios y afecta directamente la programación de los envíos. En el caso del transporte aéreo, Hevile cuenta con contratos establecidos con las principales aerolíneas, lo que permite asegurar espacio y acceder a tarifas preferenciales para los exportadores de frutas. En cuanto a la logística marítima, el panorama no es distinto al global: se enfrentan retrasos en las escalas y omisiones de puertos. "A pesar de estas dificultades, hemos logrado mantener un crecimiento sostenido, gracias a un servicio personalizado y a un equipo que opera las 24 horas del día, los siete días de la semana", enfatizó.
La empresa ha apostado por la tecnología como herramienta de mejora, invirtiendo en sistemas de trazabilidad y visibilidad en tiempo real. "Nuestro portal permite a los clientes consultar documentos y monitorear sus embarques sin necesidad de correos electrónicos. Además, hemos integrado herramientas de Power BI para que puedan analizar sus datos estratégicamente", señaló.
Entre las recomendaciones para exportadores, Hevile destaca la importancia de la planificación. "Lo ideal es tener una programación anual o mensual de los embarques. Esto nos permite negociar espacios y tarifas más competitivas con las aerolíneas y navieras", indicó.
En perspectiva futura, Vinicius mencionó una gran oportunidad: la reciente apertura del mercado chino para la uva brasileña. "Estamos preparando la logística para atender la demanda que exigirá este mercado. Nuestra experiencia en envíos de mango a Corea será esencial en este nuevo proyecto", afirmó.
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Vinicius Wanderley Campos
Hevile
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