La campaña 2025 ha sido difícil para los exportadores de fruta chilenos, especialmente en cerezas y uvas, debido a la saturación de mercados, caídas de precios y eventos logísticos de alto impacto. Aunque las manzanas mantienen un desempeño estable, otros productos enfrentan un escenario más exigente.
Miguel Comas Azócar, gerente de exportación para Latinoamérica de San Clemente, señala que la manzana sigue siendo un pilar clave, con envíos a más de 30 países. "La temporada pasada fue buena, con buenos retornos. Este año esperamos crecer de un 10% a un 12% en volumen", comenta.
© San Clemente Desde la izquierda: Miguel Comas, de San Clemente; Ricardo Cipriani, de Lócuston, y colega en Fruit Attraction São Paulo.
En cuanto a precios, la variedad Gala se comercializa sobre los 20-21 dólares por caja, la Fuji en torno a 35-40 dólares —especialmente para Taiwán—, y la Granny Smith se mantiene estable entre 24 y 25 dólares. "En las últimas temporadas los precios han mejorado bastante, después de años difíciles. Hoy somos bastante competitivos frente a países como Argentina, Sudáfrica o Nueva Zelanda", afirma Comas.
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En contraste, la uva de mesa ha enfrentado una temporada particularmente difícil. La fruta proveniente del norte de Chile, zona afectada por la sequía, tuvo que competir con una elevada presencia de uva peruana en el mercado estadounidense, principal destino de exportación. "Fue un año muy complicado. El mercado estuvo saturado, y eso provocó que los precios cayeran considerablemente. Este año se pagaron entre 14 y 15 dólares por caja, frente a los 22 dólares del año anterior", detalla Comas.
A pesar de ello, la calidad de la fruta fue buena. Gracias al uso del Systems Approach en México y Estados Unidos, no fue necesario fumigar la uva, lo que mejoró su condición al arribo. "Eso ha sido muy valioso. La fruta llegó bien, sin fumigación, lo que se traduce en una mejor experiencia para el consumidor. Sin embargo, cuando hay exceso de fruta, los clientes examinan con lupa cada detalle y cualquier defecto es motivo de reclamo", explica.
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La situación de las cerezas también ha sido compleja. El incidente con un buque que transportaba más de 1.300 contenedores afectó gravemente a numerosos exportadores. "Tuvimos 20 contenedores en esa nave, con pérdidas superiores a los 2 millones de dólares. Es un proceso judicial largo. El barco fue solo parte del problema, la temporada ya venía con precios bajos", advierte.
Comas subraya que el mercado chino, tradicionalmente el principal destino, está perdiendo interés por ciertas calidades. "No toda cereza sirve para China. Hay que enviar calibres y variedades adecuadas. Si no, perdemos la confianza del mercado. Estamos explorando alternativas como Estados Unidos, México y Brasil", concluye.
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