¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber
Dalton Dovolis, de International Produce Group

Cómo convertir de nuevo a EE. UU. en una potencia exportadora agrícola

La industria agrícola estadounidense depende de las exportaciones para sobrevivir, ya que el país produce muchas más frutas, verduras y materias primas de las que su población puede consumir. "Para evitar el despilfarro y pérdidas económicas devastadoras, entre el 20% y el 40% de la producción agrícola debe exportarse", confirma Dalton Dovolis, de IPG. "Sin un comercio internacional robusto y un acceso abierto al mercado, los productores se enfrentarán a una intensa presión para bajar drásticamente los precios, lo que afectará significativamente a su estabilidad financiera y viabilidad a largo plazo", añade. "Presidente Trump, como alguien que apoya a los agricultores estadounidenses y defiende el comercio justo, le insto a considerar un punto crítico durante sus negociaciones arancelarias en curso."

Priorizar la eliminación de aranceles a las exportaciones agrícolas estadounidenses
Para proteger la agricultura estadounidense, es importante fortalecer la posición de Estados Unidos como nación exportadora de primer orden una vez más. "Me gustaría pedirle al presidente Trump que priorice la eliminación de los aranceles a las exportaciones agrícolas estadounidenses durante sus negociaciones comerciales", dice Dovolis. Actualmente, las exportaciones agrícolas estadounidenses se encuentran con aranceles para la entrada a muchos países de todo el mundo, especialmente en Asia. "Estos aranceles debilitan nuestra competitividad y empujan a los compradores extranjeros a optar por productos agrícolas chinos más baratos. Para proteger a los agricultores estadounidenses y recuperar la fuerza exportadora de nuestro país, esto debería ser una prioridad importante durante las negociaciones".

En la actualidad, los aranceles aplicados a productos como uvas, cítricos, manzanas, cerezas y frutas de hueso oscilan habitualmente entre el 10 y el 40 por ciento. En el caso de China, son considerablemente más altos, lo cual va en grave perjuicio de la competitividad de Estados Unidos y los ingresos de los agricultores. Hacer una apuesta decidida por la eliminación de aranceles para los productos agrícolas de Estados Unidos garantizará un acceso justo al mercado mundial para los agricultores estadounidenses. "Sin este acceso esencial al mercado, los agricultores estadounidenses se verán obligados a depender demasiado del mercado nacional, que no puede absorber de forma sostenible el aumento de los volúmenes sin caer en una pérdida drástica de beneficios", advierte Dovolis. Con el tiempo, esta situación obligaría a los agricultores a retirar de la producción cultivos como la uva y los cítricos, lo que, sin quererlo, reforzaría el dominio de China en la agricultura mundial.

© IPG
Uvas de California recién cosechadas. Calidad superior en origen, antes de los retos del largo tránsito oceánico.

Evitar aranceles de importación en contraestación
Al mismo tiempo, Dovolis considera esencial evitar la imposición de aranceles a las importaciones de contraestación —como los cítricos de Chile y Perú durante el verano o las uvas de estos países en invierno— cuando Estados Unidos carece de producción nacional. "La agricultura es estacional por naturaleza, y los productos importados desempeñan un papel fundamental en el abastecimiento de los consumidores estadounidenses durante todo el año. Estos productos importados no compiten directamente con los estadounidenses, sino que complementan nuestro calendario nacional".

"Imponer aranceles a estas importaciones estacionales elevaría innecesariamente los costes para las familias, restaurantes y retailers estadounidenses. También sería un obstáculo para los acuerdos comerciales instaurados y que son esenciales para que los productos estadounidenses tengan acceso al mercado cuando nuestros productos están en temporada. Evitar los aranceles en las importaciones de contraestación no solo permite que los consumidores puedan acceder a los productos, sino que también preserva las relaciones internacionales críticas que garantizan que nuestras propias exportaciones encuentren mercados acogedores en el extranjero".

Compensar el aumento de los costes laborales y los salarios
Los agricultores estadounidenses se enfrentan a un continuo aumento de los costes laborales y salariales, costes que muchos competidores mundiales no soportan. En estados como California, las estrictas leyes laborales y los aumentos obligatorios del salario mínimo están superando con creces los precios de mercado que los agricultores pueden obtener por sus productos. "Aunque apoyamos con orgullo los salarios justos y la protección de los trabajadores, estos costes adicionales ejercen una inmensa presión financiera sobre los productores, que ven mermada su competitividad en la escena mundial". Mientras tanto, los gobiernos de países como China conceden cuantiosas subvenciones a la actividad agrícola, lo que permite a sus productores vender a precios artificialmente bajos. "La reducción de los aranceles a la exportación, la negociación de mejores acuerdos comerciales y el apoyo expreso a la agricultura estadounidense son imprescindibles para compensar estos crecientes gastos laborales y mantener nuestra competitividad global".

© IPG
Un cliente feliz en Tailandia muestra las uvas californianas recién llegadas.

Reactivación del transporte marítimo entre EE. UU. y Asia
"Para restaurar verdaderamente la posición de Estados Unidos como exportador agrícola líder, también debemos revitalizar la infraestructura de transporte marítimo del país", destaca Dovolis. En la actualidad, casi todos los buques que transportan fruta estadounidense a ultramar son de propiedad extranjera, a menudo de empresas chinas. "Para recuperar nuestro liderazgo mundial, debemos construir una flota de bandera estadounidense, de propiedad y gestión nacional, con buques de fabricación estadounidense. Buques más rápidos, un mejor control de la cadena de frío y una seguridad nacional reforzada son fundamentales para el futuro de Estados Unidos como potencia exportadora. Otro aspecto crítico que el presidente Trump podría abordar en las negociaciones comerciales es alentar a las navieras extranjeras —especialmente de países que dominan el transporte marítimo mundial, como Corea, China y varias naciones europeas— a priorizar y acelerar los tiempos de tránsito de las exportaciones agrícolas estadounidenses. Esto mejoraría considerablemente nuestra competitividad y garantizaría la calidad de nuestros productos a su llegada".

Los recientes retrasos en los envíos —de 14-18 días, antes fiables, a 25-60— han devastado la calidad de los productos, por lo que los compradores asiáticos se han decantado por uvas chinas más frescas, que llegan tras un viaje de 1-2 días en camión, o por cítricos egipcios más frescos, que llegan en 14 días. Si no se recupera la eficiencia del transporte, los agricultores estadounidenses corren el riesgo de perder mercados vitales. Factores como la consolidación de los transportistas, la lentitud del transporte, la congestión portuaria y la eliminación de los servicios directos han mermado gravemente a la calidad y la competitividad. Como resultado, los mercados de Indonesia, Tailandia, Vietnam y Filipinas reciben ahora las uvas estadounidenses con semanas de retraso y a menudo en mal estado, mientras que las uvas chinas llegan en tan solo 1-2 días en camión, más frescas y un 30-40 por ciento más baratas.

Un importante importador de fruta del sudeste asiático comunicó recientemente a Dovolis que ha dejado de comprar uvas estadounidenses debido exclusivamente a los inaceptables tiempos de tránsito y a los consiguientes problemas de calidad. "Me aseguraron que el restablecimiento de los tiempos de tránsito marítimo a cerca de 20 días reavivaría inmediatamente las compras a gran escala de uvas y productos estadounidenses. Una calidad superior justifica un precio superior, pero los tiempos de tránsito actuales hacen imposible alcanzar esta calidad".

© IPG
Las uvas californianas se envasan en perfectas condiciones, lo que pone de manifiesto la urgencia de mejorar los tiempos de tránsito marítimo.

Pérdida de cuota de mercado en los cítricos
El sector estadounidense de exportación de cítricos se ha enfrentado a retos similares. Dovolis prosigue: "Históricamente, Estados Unidos era el exportador número uno a Asia durante la temporada de cítricos de California. Sin embargo, debido a un transporte cada vez menos fiable y a unos tiempos de tránsito cada vez más prolongados, en los últimos siete años Estados Unidos ha perdido una cuota de mercado considerable —de entre un 35 y un 50 por ciento desde la COVID— frente a competidores como Egipto. Los cítricos egipcios, aunque de menor calidad, llegan a los mercados claves de Asia en 14 días, mucho más rápido y con mayor fiabilidad que los estadounidenses. En consecuencia, los antiguos clientes de mercados como Singapur y Malasia, que se enfrentaban a arriesgados tránsitos de 35 días, se han decantado completamente por proveedores más fiables, aunque de calidad ligeramente inferior. Con la visión del presidente Trump, todo esto se puede arreglar, y podemos recuperar nuestra cuota de mercado antes de que sea demasiado tarde. Nuestros agricultores lo necesitan, nuestro volumen de producción nacional lo necesita, y necesitamos urgentemente que estos mercados vuelvan para evitar la presión a la baja en toda la industria".

Según Dovolis, son necesarias las siguientes medidas para que la agricultura estadounidense vuelva a ser competitiva en los mercados extranjeros:
- Negociar decididamente la eliminación bilateral de aranceles sobre exportaciones agrícolas esenciales.
- Evitar los aranceles a la importación de productos de contraestación claves como los cítricos y las uvas peruanas y chilenas.
- Establecer rutas marítimas específicas para las exportaciones agrícolas operadas por transportistas estadounidenses.
- Ampliar la infraestructura portuaria estadounidense y agilizar la logística para las exportaciones agrícolas.

"Se trata de algo más que una política agrícola: se trata de asegurar el futuro económico de Estados Unidos, reforzar la seguridad nacional y respaldar millones de puestos de trabajo en las zonas rurales de Estados Unidos", asevera Dovolis. "Señor presidente, dé prioridad a las exportaciones agrícolas y a la infraestructura de transporte como piedras angulares de su estrategia comercial, para que Estados Unidos pueda recuperar con confianza su posición como el exportador agrícola más fuerte a nivel mundial. No estoy pidiendo favores, estoy abogando por una estrategia audaz para proteger la columna vertebral de nuestra nación: el agricultor estadounidense".

Para más información:
Dalton Dovolis
International Produce Group (IPG)
Tel.: (+1) 831-754-9740
[email protected]
www.internationalproducegroup.com

Artículos relacionados → Ver más