La producción de plantas aromáticas y medicinales en Marruecos ha sufrido un duro golpe este año debido a la persistente sequía, lo que ha provocado una disminución de la oferta y la reconversión de muchos productores y exportadores a otros cultivos, según Mehdi Benchekroun, propietario de Domaines Mehdi Benchekroun.
"A pesar de las recientes lluvias que han bendecido el reino, en muchas regiones no ha caído ni una sola gota. Esto ha tenido un impacto en la producción de plantas aromáticas y medicinales, como el romero, en las regiones de Marrakech y Oriental. El modelo de producción marroquí depende en gran medida de la adjudicación de parcelas de cultivo silvestre en los bosques o montañas. Por ejemplo, la producción de romero silvestre bajo este modelo alcanza un millón de hectáreas, mientras que la producción cultivada representa solo 10.000 hectáreas. La producción cultivada también se ha visto perjudicada por la sequía. La falta de riego aumenta el calor y la salinidad del suelo, lo cual hace que las plantas entren en un estado de hibernación. No mueren, pero no permiten ninguna cosecha", explica el agricultor.
En este contexto, este año se está viendo un retraso en la adjudicación de la cosecha por parte de las autoridades competentes. Según Benchekroun, "puede que en varias regiones del país ni siquiera se hayan adjudicado parcelas porque tiene que haber patrimonio disponible para la regeneración".
Benchekroun continúa: "Las superficies y los volúmenes han menguado y cada vez llegan más solicitudes de importadores, en especial de romero. Esto implicará un cambio de la producción al método de cultivo, en detrimento del producto silvestre, pero también una transferencia interregional de producción".
En este contexto, la región de Uarzazat mantiene una ventaja sobre otras regiones marroquíes afectadas por el estrés hídrico. "La sequía es una realidad que también nos afecta, pero somos resilientes cuando se trata de ciertos cultivos como las plantas aromáticas. Nos beneficiamos de un entorno favorable, a una altitud de 1.600 metros, con una humedad del 15%, salinidad del suelo de 6-7 pH, 10 horas de sol al día y suelo arenoso. Nos encontramos las mismas dificultades con el romero silvestre que el resto del país, pero nuestras superficies de romero cultivadas con riego por goteo ofrecen una producción de buena calidad. Los niveles de ácido carnósico y ácido rosmarínico son particularmente elevados", precisa Benchekroun.
El agricultor prosigue: "En mi finca, practicamos la alternancia de riego y estrés hídrico, lo que responde a las restricciones del suministro de agua pero también es favorable para la producción de romero. Intentamos seguir un modelo de producción agroecológico en estas condiciones difíciles, basado en la producción ecológica, la energía solar y el riego responsable, así como en una mano de obra local y femenina arraigada en el cultivo de estas plantas, contribuyendo así al desarrollo rural local, en particular en las zonas que sufren la sequía y la desaparición de otros cultivos como las sandías".
Según Benchekroun, las complicadas condiciones meteorológicas de este año dificultan el suministro de plantas. "El uso final depende de la variedad cultivada. En el caso del romero, por ejemplo, algunas variedades son adecuadas para uso fresco en la cocina, otras para destilación y otras para extracción botánica, y no son intercambiables. Gracias a nuestra larga experiencia en exportación, ofrecemos un servicio de abastecimiento de variedades que no producimos, tanto de romero como de otras plantas como menta, verbena, artemisas y otras", concluye.
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Mehdi Benchekroun
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