Una conferencia con mucha participación, con intervenciones científicas de alto perfil, hizo balance de la propagación del virus ToBRFV en Sicilia.
Síntomas de TBRFV en las hojas
"Una de las dificultades para identificar el TBRFV es el hecho de que los síntomas en el vivero son casi indetectables", afirma el Prof. Walter Davino. "Por lo tanto, en esta etapa es necesario que se realicen pruebas por parte de personal cualificado. La planta, de hecho, puede permanecer asintomática hasta que se produce un cambio drástico de temperatura, lo que hace que la enfermedad se manifieste. En ese momento, el virus ya se habrá extendido significativamente. En los dos últimos años hemos notado una falta de colaboración por parte de las empresas, que temen que la presencia del virus obligue a arrancar las plantas afectadas", explica.
En la actualidad, alrededor del 45% de las fincas con cultivos protegidos reportan infecciones por virus rugoso del tomate (pero la estimación podría estar equivocada). En Sicilia, el problema se manifestó en el otoño de 2018 y FreshPlaza fue la primera en informar sobre ello (ver artículo del 23/01/2019). ¿Qué ha ido mal en estos dos años?
Walter Davino
Según el propio Davino, "no se activó ninguna alarma ni ninguna medida de contención; no se disponía de un método de detección rápido y eficaz en 2018, ni tampoco ningún método de seguimiento eficaz, además de la ya mencionada ocultación del problema por parte de los agricultores".
"Mientras tanto, sin embargo, hemos puesto en marcha el proyecto Network Mini Lab; una red de varios laboratorios pensada para el manejo fitosanitario de hortalizas, que permite identificar y rastrear el virus desde el vivero (vea FreshPlaza del 26/02/2021).
El webinar (que duró unas tres horas) contó también con las intervenciones programadas de Stefano Panno, investigador de la Universidad de Palermo, quien habló sobre "Diagnóstico precoz y diagnóstico de campo: herramientas indispensables para la contención de enfermedades virales", y Domenico Carta, gerente a cargo del servicio fitosanitario y antifalsificación de la Región Siciliana. Las conclusiones quedaron a cargo de Dario Cartabellotta, director general de la Consejería Regional de Agricultura.
"Considerando el alto peligro potencial del virus, en términos de reducción de la producción de tomate, especialmente en invernaderos, el Departamento de Agricultura, junto al Servicio Fitosanitario, ha centrado sus esfuerzos en seguir el avance de la enfermedad y rastrear los flujos de semillas y plantas infectadas. La situación, hasta que se disponga de variedades resistentes, se agrava progresivamente, como lo demuestra el descubrimiento de nuevos brotes en la zona de Ragusa. No es posible un enfoque curativo, por lo que el arma principal es la prevención, incluso con una gestión cuidadosa de las operaciones de cultivo".
Dario Cartabellotta
Cartabellotta agrega que “a nivel comunitario, se ha puesto el foco en el problema con la emisión de una decisión específica, posteriormente reemplazada por dos reglamentos que incluyen medidas fitosanitarias obligatorias. A principios de febrero de 2021, la labor del Departamento de Agricultura - Servicio Fitosanitario fue sometida a una auditoría por parte de la Comisión Europea que, si bien de manera informal, certificó la correcta aplicación de la legislación fitosanitaria por nuestra parte".
"Quisiera subrayar el considerable esfuerzo que nos exige la UE para mantener un nivel aceptable de protección fitosanitaria de nuestras producciones, con un Servicio Fitosanitario eficiente. En este sentido, está a punto de ser publicada en el GURI la nueva legislación para el sector nacional, que requerirá el cumplimiento de más y más complejas normas por parte de nuestra Administración", concluye.