La bajada de temperaturas a principios de abril provocó una intensa caída de flores en los ciruelos de Extremadura que, dependiendo de las zonas productoras, mermarán los volúmenes de cosecha previstos. Se espera que, sobre todo la producción de principios de campaña a partir de mediados de junio, sea notablemente menor que la del año pasado, especialmente en las Vegas Bajas.
"La pérdida de floración en los ciruelos es bastante dispar dependiendo de la zona, ya que mientras hay sitios en los que habrá mucha producción, en otras plantaciones se ha perdido el 40 o 50%. Generalmente, habrá menos volúmenes que el año pasado", explica José Aurelio García, gerente de la cooperativa extremeña Explum.
De acuerdo con el productor y exportador, las variedades más tempranas como Black Splendor han sido las más afectadas en su floración por el frío. "La cosecha será significativamente inferior en las primeras variedades. La demanda no suele ser muy alta a inicios de campaña, por lo que el hecho de que haya menos oferta hará que los precios sean más estables y no se sature el mercado, como ocurrió el año pasado. Cabe recordar que la campaña pasada fue difícil durante los meses de junio y julio, con mucha fluctuación de precios".
El cierre del mercado brasileño fue uno de los principales causantes de que el año pasado se complicase la primera mitad de campaña. Este año los exportadores extremeños volverán a contar con Brasil, un mercado tan importante para la ciruela negra española. No obstante, a poco más de un mes para que empiece la campaña, se presentan diversas incógnitas: "El Real Brasileño está muy devaluado e importar bienes se ha encarecido bastante. Por otro lado, los casos de infecciones por coronavirus están descontroladas y no se han resuelto todavía los problemas logísticos a nivel global", señala José Aurelio García.
De acuerdo con el gerente de Explum, muchos intermediarios en el sector utilizaron el argumento de la falta del mercado brasileño para presionar los precios a la baja el año pasado. "Este año no contarán con este argumento y, aunque quizás no podremos enviar a este destino las cantidades que deseamos, será 'una vía más de escape' para que no se sature el mercado europeo, se reparta mejor la oferta y haya mayores beneficios para todas las partes involucradas en la cadena de valor".
Cabe recordar que la superficie de producción de frutales de hueso, especialmente la de ciruelos, se ha reducido de forma significativa en Extremadura en los últimos dos años, especialmente el año pasado, con el arranque de más de 2.000 hectáreas. "Esta tendencia se ha suavizado bastante. Ahora, más bien se está llevando a cabo una renovación varietal. Se están cambiando variedades obsoletas u otras más nuevas pero que no han funcionado como se esperaba, por otras que sí cumplen con las expectativas de los productores y los consumidores. El sector está buscando un equilibrio de variedades que eviten picos de producción en momentos determinados".
La campaña viene, de momento con unos 15 días de retraso respecto al ejercicio pasado, cuyo comienzo fue inusualmente temprano. "Vamos a ver cómo reaccionan los consumidores ante esta situación prolongada de confinamientos y cómo influirán las heladas en otros países productores del sur y el centro de Europa. Soy positivo y creo que este será un mejor año para la ciruela española. No va a sobrar producto pero tampoco va a faltar, sino que habrá un abastecimiento idóneo para una demanda normal y esperamos que también los precios sean justos", sostiene José Aurelio García.
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