A la semana 19, las exportaciones de fresas de México rozaban los 50 millones de cajas. “Baja California sigue exportando aún, pero la temporada de exportación del centro de México ya terminó con el envío de unos 35 millones de cajas. Normalmente, la cosecha comienza en noviembre y dura hasta mayo/junio, pero la exportación siempre se termina por las dos primeras semanas de marzo, cuando empieza la producción de California”, explica José Luis Bustamante, gerente de Naturberry y presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Berries, Aneberries. “En términos comerciales, la campaña en el centro de México fue muy buena y los precios a los agricultores fueron mejores que otros años. El precio promedio FOB debe de estar alrededor de los 14 dólares por caja, lo que significa que el agricultor ha obtenido alrededor de 9-10 dólares por caja, un precio justo que demuestra la rentabilidad de este producto”.
“Desafortunadamente, hubo problemas fitosanitarios al inicio de la campaña que disminuyeron los rendimientos en general. El cálculo de Aneberries es que el volumen de fresas producidas en el centro de México exportado a Estados Unidos y Canadá ha sido esta campaña un 7% inferior a la anterior”, señala José Luis.
“En Naturberry hemos comercializado 3 millones de cajas de fresas. La empresa se fundó en el año 2012 y es una subsidiaria de la empresa norteamericana Naturipe Berry Growers, parte del grupo Naturipe Farms. Naturipe Berry Growers, de origen japonés y norteamericano, se fundó en 1917 como una cooperativa agrícola y con el paso de los años fue creciendo hasta ser comercializadora de sus propios agremiados. Hoy en día, los agricultores dueños de la empresa incluyen a varios de origen mexicano, que emigraron en los años 60 y 70 y han seguido cultivando fresas. Ya en el año 2000 y mediante asociación con Hortifrut y Michigan Blueberry Growers, fundaron Naturipe Farms para surtir en el mercado las 4 berries las 52 semanas del año”.
José Luis Bustamante.
“Hace 10 años empezamos este proyecto de Naturberry en México para cumplir esa premisa: tener producción en los meses de invierno y poder ofrecer a los clientes la misma calidad y consistencia durante todo el año”.
“Desde la temporada 2012/13 a la actual, hemos pasado de exportar 200.000 cajas, de 4 kilos cada una, a los 3 millones de esta campaña. Y dentro de este crecimiento, nos hemos enfocado desde hace tres temporadas en la agricultura protegida”, comparte José Luis Bustamante. “Hemos trabajado en un invernadero de 6 hectáreas con un sistema NGS donde hemos conseguido triplicar la producción de fresas por hectárea: mientras en la agricultura convencional conseguimos cosechar unas 4.000 cajas, en este sistema llegamos a las 12.000 cajas”.
“En México, sobre todo en el centro del país, los suelos son muy arcillosos y uno de los principales problemas en el cultivo de fresas son, precisamente, las enfermedades del suelo. Por eso los cultivos tecnificados en sustrato ayudan a solucionar esto y cultivar sin agroquímicos, de manera prácticamente orgánica; además, les permiten a los agricultores no tener que cambiarse de tierra, ser más eficiente en el uso del suelo y del agua, e incluso en la mano de obra. El cultivo en invernadero tiene también la ventaja de que permite extender la campaña en el tiempo e iniciarla en septiembre, cuando las lluvias en México son muy fuertes, y continuarla en marzo/abril, cuando hace más calor en el centro del país”.
“Para las fresas que cultivamos dentro de este proyecto hemos desarrollado una etiqueta especial, Greenhouse Grown, con la que las distinguimos de las demás producciones”.
“Hoy todavía la diferencia entre el coste y el beneficio de este tipo de sistemas frente a los convencionales es muy alta, pero aumentar la productividad con nuevas variedades y desarrollos específicos, si bien esta tecnología hoy todavía no es muy usada, va a ser el futuro en la producción de fresas”, afirma José Luis.
En busca de variedades para invernaderos
En México existen unos 50.000 acres dedicados a la producción de fresas, repartidos principalmente entre tres estados: Baja California, Michoacán y Guanajuato.
“El 50% de la industria es de Driscoll’s, con su propio programa genético y sus propias variedades. El otro 50% del sector usamos mayoritariamente variedades públicas, aunque se empiezan a utilizar variedades club. Entre las más plantadas se encuentran variedades de la Universidad de California como Albion, San Andreas o Frontera, y de la Universidad de Florida. Al igual que en el sur de España, sembramos bastante Fortuna y Sensation, y también destaca Sayulita, del programa de Planasa”.
“Sin embargo, el talón de Aquiles de la producción en invernadero es que no hay variedades específicas para el cultivo en México. Más bien estamos utilizando el sistema de prueba y error, y en estos momentos el desarrollo genético está en esa línea. Recientemente estamos trabajando con un programa muy interesante de variedades de club de Plant Science, que creo que en México va a crecer mucho”, indica el presidente de la asociación mexicana de exportadores. “También es de destacar que en México está extendiéndose el uso de cepellones para el cultivo de fresas frente a las plantas tradicionales de raíz desnuda, por su sanidad y precocidad”.
“En este sentido, en Aneberries hace un año y medio incorporamos a los viveros para contar con esta industria dentro de nuestra organización. Hoy son asociados nuestros varios viveros grandes como Planasa, Lassen Canyon o Plant Sciences, Fall Creek o Black Venture.
Industria del congelado
La fresa es, indudablemente, la berry cultivada más consumida. Las exportaciones suponen un volumen considerable de la cosecha nacional, aunque el mercado interno también representa una cuota muy interesante de la industria. No obstante, hay otro segmento que tiene un peso sustancial en el sector: el segmento de la fruta congelada.
“En cifras, aproximadamente el 40% de la producción se exporta o se dirige al mercado doméstico fresco y el otro 60% se va a las industrias congeladoras que hay tanto en Zamora como en Irapuato”, explica José Luis Bustamante. “La industria del IQF es una industria pujante cuyo consumo creció mucho durante la pandemia”.
“Todavía no tenemos cifras definitivas de este sector, en Aneberries teníamos ya varias empresas procesadoras y hoy las estamos incluyendo como un segmento especial en nuestra organización. Y nos hemos encontrado sorpresas. Desde la asociación siempre hemos calculado que la derrama económica que llegaba a México por la exportación de berries era de alrededor de 2.400 millones de dólares, pero cuando le empezamos a añadir la exportación de berries congelados descubrimos que llegamos a los 3.200 millones de dólares”.
“Para poder dar una idea de la magnitud de la industria en México, en el primer trimestre de este año, las exportaciones de berries incluyendo los congelados superaron a las de tequila, cerveza y aguacate”.
Para más información:
Naturberry
https://naturberry.mx