Cooperación. Un trabajo colaborativo cuyo fin es un producto de calidad y sustentable. Abordar mercados en común con un marketing conjunto. Son conceptos que se repiten en entrevista a Jesús de la Riva, presidente de Ciruelas Chile A.G (productores de ciruelo europeo), gremio que busca una mayor sinergia de acciones, estrategias y ataque de los mercados con Chileprunes, asociación gremial que agrupa al 70% de las exportaciones de ciruelas deshidratadas chilenas.
“Ambos gremios tenemos muchas cosas en común. De partida, pensamos y trabajamos la ciruela de manera sustentable, lo cual debe ser una filosofía de trabajo y también una diferenciación cuando se trata de un producto casi commodity”, añade el ejecutivo (foto derecha).
“Hay que seguir con el concepto de Chile-país-responsable que se preocupa de la inocuidad y la sustentabilidad, de las normas ESG, y eso abarca no solo las plantas procesadoras, sino los sistemas productivos agrícolas; ahí, ambos gremios nos alineamos en sacar un producto sustentable siendo, por ejemplo, rigurosos con el recurso hídrico, la eficiencia energética y el trabajo en los huertos con las comunidades”.
Chile tuvo una producción total de ciruelas de 90.000 t al cierre de la cosecha 2022. De ese monto, 71.000 t quedaron disponibles para deshidratado (79%), y las restantes 19.000 se destinaron a fruta fresca. En ambos casos, se exporta alrededor del 95%.
Ciruelas Chile A.G cuenta con 100 empresas socias que poseen cerca de 2.000 hectáreas, y en donde alrededor del 90% son productores y el resto, productores, procesadores y exportadores de la VI Región de O’Higgins, la principal zona productora de Chile. Representan el 30% de las empresas del rubro en la región y la invitación es a sumar a más productores que quieran trabajar por una Marca Chile más robusta, ofreciendo un producto de calidad.
Jesús de la Riva comenta que el producto fresco se exportó casi 100% a China, más de dos mil contenedores. Una buena cifra, pero con el riesgo que implica tener todo destinado a un solo país que, en el camino, coloca políticas sanitarias de Covid Cero que ralentiza toda la cadena. Así es como una fruta que debe estar en 3-4 semanas, disponible al consumidor, llega en 6, perdiendo calidad. “Estamos muy concentrados en China, es bueno aborda una serie de iniciativas para abrir espacios y mercados, aprovechar que la ciruela deshidratada llega a cerca de 80 países distintos”, dice.
Además, a pesar de las nuevas tendencias saludables y wellness, el consumo de ciruelas deshidratadas se mantiene estable en el tiempo, existiendo años en que la oferta supera a la demanda, “esto ha sido tema en la IPA, preocupación para los californianos, por la presión de precios, cosa que muchas veces les ha pegado a los productores”.
Para más información:
Ciruelas de Chile
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