En la tradicional región cerealera de Swartland en Sudáfrica, en la finca Bovenvlei cultivan la granada de media temporada Wonderful, una variedad resistente con rendimiento fiable y demanda en el mercado. Bovenvlei, con 70 hectáreas, es una de las mayores plantaciones de granadas de Sudáfrica.
Con Debbie Theunissen (científica de alimentos) como directora general, un equipo operativo produce con éxito entre 35 y 45 toneladas por hectárea.
La explotación, creada en 2011, ya comenzó a obtener beneficios de exportación en el cuarto año, con una cosecha estimada de 2.000 toneladas para la campaña 2024, que comienza en marzo.
"Antes, la cosecha comenzaba por lo general el 25 de marzo", comenta Hendri Venter, director técnico de Bovenvlei, "pero este año queremos comenzar ya el 6 de marzo; un inicio temprano de la temporada que hace que tengamos que correr un poco".
Debido a las condiciones meteorológicas durante la última temporada de crecimiento, se espera una disminución en los volúmenes de cultivo de aproximadamente el 10 al 15%.
"Tenemos que tener en cuenta las realidades de Sudáfrica, que son las largas distancias de viaje y la capacidad de almacenamiento", señala Elrita Venter, fitopatóloga (y directora en Bovenvlei) cuyo interés por cultivos alternativos despertó cuando aún era empleada del Departamento Nacional de Agricultura. Cuando se embarcó en una nueva carrera como agricultora, identificó a las granadas como un cultivo de alto valor que podría producirse de manera rentable en superficies más pequeñas.
La superficie de cultivo de granadas en Sudáfrica ocupa aproximadamente mil hectáreas, dimensiones que ha mantenido durante los últimos años.
Hendri señala que las granadas no son un cultivo fácil de producir. "Es intensivo, y como es una industria nueva, aún no hay suficiente información disponible sobre prácticas culturales. También es limitado el número de fitosanitarios registrados para aplicar durante la producción y la poscosecha".
Mercados
Bovenvlei se ocupa de la comercialización de su propia fruta, mientras que los exportadores se encargan de la venta a determinados destinos y minoristas.
"Estamos satisfechos con la calidad interna de nuestra fruta, aunque en esta zona sigue siendo difícil gestionar los daños causados por el viento y por las quemaduras solares, lo que puede mermar la cantidad de fruta de primera categoría y elevar los de fruta destinada a la transformación industrial", explica. "La demanda de fruta de primera categoría sigue siendo alta y en Bovenvlei continuamos mejorando nuestras prácticas de cultivo para lograr mayores cantidades de esta categoría".
Hendri prosigue: "También exportamos a procesadores en la UE y el Reino Unido. El de la transformación precisamente es un mercado en crecimiento para nosotros debido a la excelente calidad interna de nuestra fruta, que presenta alto dulzor y una acidez equilibrada, resultado de nuestros veranos secos y calurosos".
Las granadas todavía se compran para guarnición o como alimento saludable en Europa, a menudo en formato de arilos sueltos preenvasados.
Además de destinarse a la transformación, un gran porcentaje (y subiendo) de la cosecha de granadas de Bovenvlei se envía al Medio Oriente. "Esperamos, en el futuro, también poder acceder a nuevos mercados como Asia y EE. UU.", comenta.
Poco tiempo para envasar
Las granadas se envasan en instalaciones de terceros y no son muchas las que trabajan con granadas. "Cuando comenzamos a envasar, es posible que todavía quede algo de fruta de hueso en las cámaras, y hacia el final de nuestras labores de envasado, ya están empezando a entrar los cítricos, lo cual nos deja un intervalo de tiempo muy ajustado para cosechar y envasar nuestra fruta", dice Hendri.
Durante la cosecha, los 35 empleados permanentes de Bovenvlei aumentan a más de 400.
El maracuyá marca el comienzo y el final de las granadas
"Además de con granadas, trabajamos con maracuyá. Tenemos dos temporadas principales de cosecha [de maracuyá]: desde mediados de enero hasta finales de marzo, cuando comienzan las granadas, y nuevamente desde finales de abril hasta julio", expone Hendri. "Y luego cosechamos dos veces por semana. Se necesita mucha mano de obra".
Su maracuyá se vende principalmente en el mercado local de Ciudad del Cabo, y en el futuro está previsto exportar.
"En cuanto a la situación en el puerto de Ciudad del Cabo, esperamos ansiosos ver cuáles serán las condiciones cuando comencemos las exportaciones más adelante en marzo".
Ahora que ha tenido que meterse más en la práctica en la agricultura, como científica, Elrita dice que sigue asombrada por las complejidades que necesita dominar una empresa agrícola de éxito. "Si se planifica todo lo necesario y se pone en práctica con eficacia, a pesar de los diversos retos externos, es sin duda uno de los negocios más desafiantes y apasionantes al mismo tiempo".
Para más información:
Hendri Venter
Granja Bovenvlei
[email protected]
https://bovenvleifarm.co.za/