"El año pasado, durante la feria Fruit Attraction de Madrid, me preguntaba si el sector de la uva de mesa debía considerar el 2023 una excepción, debido al 'redescubrimiento' del consumo de las uvas tradicionales. Hoy puedo decir que no fue un caso aislado: también este año, cuando el consumidor encuentre uvas de mesa con semillas en los lineales de los supermercados, las comprará, y a precios medios-altos", comenta Teresa Diomede, propietaria de la empresa productora italiana Racemus y responsable de la oficina comercial de la organización de productores APOC.
Sin temor a equivocarse, Diomede afirma: "Las uvas tradicionales, principalmente la variedad Italia, vuelven a abrirse camino en los mercados italianos e internacionales, a precios más o menos similares a los del año pasado. De hecho, hay interés por todos los tipos de uva".
La empresaria subraya, sin embargo, que es impensable que todos los productores vuelvan exclusivamente a plantar y vender variedades con semillas, ya que las variedades apirenas también siguen siendo muy consumidas. "Para los que se han obstinado en seguir produciendo uvas tradicionales, de momento hay satisfacción", afirma.
La empresa Racemus, especializada en uvas rojas con y sin semillas, empezó la cosecha unos 20 días antes de lo habitual. "Empezamos con las variedades Crimson y Red Globe, y hace diez días con la variedad Italia. Tanto en las uvas sin semilla como en las uvas con semillas, estamos observando un descenso de la producción en comparación con el año pasado. En particular para Red Globe, pero también para la variedad Italia, observamos la falta de peso específico por racimo. Esto nos crea temor a los productores, ya que muchos de los costes en los que incurrimos son por hectárea", explica Diomede.
Al igual que otros operadores, Diomede asume una campaña muy corta. "Si el tiempo sigue siendo seco y caluroso en Apulia y los mercados mantienen el interés actual, podríamos registrar la campaña más corta de la historia. Por suerte o por desgracia, es difícil saberlo".
Además, el cambio climático hace que la cosecha en Apulia se adelante cada vez más, solapándose con la campaña del producto siciliano. Este año hemos tenido una demostración clara de ello, ya que el calendario ha coincidido más que otros años, creando situaciones comerciales desfavorables para ambos orígenes", explica Diomede.
En cuanto a las denuncias de robos en el campo, la empresaria asegura que, desgraciadamente, están a la orden del día. "No hay campaña en la que no se registren robos y no se trata solo de robar racimos de uva, o hierro o cobre, por ejemplo, sino también de dañar pozos artesianos y estructuras del campo. Es una lucha continua que intentamos gestionar, gracias a los consorcios de vigilancia y aunando fuerzas entre los productores. Nos gustaría vivir la cosecha como una fiesta y no patrullando", manifiesta Diomede.
Por último, la productora de uvas menciona al menos otros dos problemas que parecen preocupar: "La cotorra argentina, ávida de uvas además de almendras, y los jabalíes, que suponen un peligro para quienes trabajan en el campo".
Para más información:
Teresa Diomede
Azienda Agricola Racemus
Viale del Commercio Lotto 17/19
70018 Rutigliano (BA) – Italia
Tel.: +39 (0)84761325
[email protected]
www.racemus.com
APOC
Via R. Wagner K1 (P.co Arbostella)
84131 Salerno – Italia
Tel.: +39 (0)89 331758
www.apocsalerno.it