No ha sido una buena temporada para las granadas griegas de la DOP Ermioni, y se espera que la cosecha termine hacia el 25 de noviembre. Dimitris Kontos, propietario de la empresa de cultivo y envasado Oikokipos, explica que, "a consecuencia de la sequía de los últimos meses, los granados han dado un volumen limitado de fruta. Parece que, esta temporada, la superficie total de Ermioni en Argólida no superará las 2.000 toneladas, es decir, un 20-30% menos que la temporada pasada".
Además, los calibres de los frutos son más pequeños, también debido a la sequía. "Normalmente, obtenemos frutos de unos 350 gramos, pero este año salen de nuestra clasificadora frutos de menos de 300 gramos", destaca el envasador griego.
La caída de la producción dificulta a los comerciantes el suministro de volúmenes suficientes a sus clientes, pero no se ha traducido en subidas de precios. Kontos, cuyas granadas se exportan a Suiza y a la República Checa, señala: "Vemos una demanda bastante buena, pero la oferta de fruta es insuficiente. Por desgracia, la calidad tampoco es óptima, lo que repercute en los precios. Normalmente, las granadas Ermioni son conocidas por sus arilos grandes y lisos. Esta temporada, la calidad interior se ha deteriorado debido a la sequía, lo que mantiene el precio al productor en un nivel más bajo".
"Actualmente, el precio al productor de las frutas Ermioni convencionales de primera calidad se sitúa entre 0,60 y 0,70 euros por kilogramo. Otras granadas convencionales obtienen precios más bajos, mientras que las granadas ecológicas Ermioni se pagan más caras", detalla Kontos.
La merma de la calidad dificulta el resto de la temporada y parece que los envasadores tendrán que tomar decisiones arriesgadas en cuanto a la gestión de sus existencias. "Normalmente, las granadas Ermioni están disponibles hasta finales de enero, pero esta vez no estoy seguro de que se pueda conseguir sin poner en peligro las frutas. A diferencia de las granadas Wonderful, que tienen arilos duros, pero también una piel dura, la delicada piel de Ermioni dificulta una larga conservación, lo cual se torna todavía más complicado con el contexto de calidad que tenemos esta temporada", asegura Kontos.
"Sin embargo, no cabe duda de que habrá envasadores que intenten guardar algo de fruta para asegurarse precios superiores al final de la temporada, pero sus volúmenes serán limitados, y saben que están asumiendo un riesgo con sus existencias", concluye el empresario griego.
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Dimitris Kontos
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