La cosecha de kiwis avanza en el norte de España, donde la cantidad insuficiente de horas frío la campaña pasada ha generado un descenso generalizado de la producción que ha sido más notable en el sur de Galicia. "Este descenso se ha notado más en el kiwi Hayward verde. En la zona de Asturias y Cantabria esperábamos un descenso que al final se calcula entre un 20 y un 30% respecto a una campaña normal, pero en Galicia ha sido bastante más acusado porque tuvieron aún menos horas frío", explica Rafael Olivo, de Kiwis La Rodriga. "Según escuchamos, el descenso de la producción está en torno a un 40-50%, y en zonas del sur de Pontevedra llega incluso al 60%; mientras en Portugal, que ha tenido un inverno de borrascas atlánticas bastante templado, también se espera una caída en la producción en línea con los datos de Galicia".
"No obstante, la menor carga de los árboles ha hecho que, en general, los calibres que se están cosechando sean más grandes, con la calidad alta que se consigue en todo el norte de España", apunta Rafael.
"En cuanto al kiwi amarillo, el impacto no ha sido tan grande. Las variedades amarillas necesitan muchas menos horas de frío invernales que las verdes, por eso su cultivo se ha podido expandir por zonas más templadas de la Comunidad Valenciana o Andalucía, y gracias a las nuevas plantaciones, se espera que la cosecha española crezca; porque además, todo el kiwi amarillo y rojo que se cultiva en la zona de Valencia se recolectó antes de la DANA, por lo que no ha habido ninguna pérdida significativa esta campaña", añade.
Rafael Olivo señala que, "por ahora, el kiwi amarillo solo representa un 10% de la producción española de kiwis, pero las expectativas de crecimiento son enormes. Su consumo está cada vez más expandido y se espera que solo siga creciendo gracias al desarrollo del mercado y a la presión de oferta que está haciendo Nueva Zelanda en el segmento del kiwi con su apuesta por el kiwi amarillo. Y es que la campaña pasada, de las casi 700.000 t que se produjeron en Nueva Zelanda, unas 500.000 t correspondieron a kiwi amarillo".
"Esto ha hecho que cada vez más productores estén optando por cultivar kiwi amarillo", añade, "ya que su consumo y demanda están desarrollados y la tendencia es que sigan en aumento, en paralelo siempre al consumo de kiwi verde".
"También, el hecho de que tengamos hasta ahora inviernos cada vez más suaves, como este año, podría favorecer al cultivo del kiwi amarillo siempre teniendo en cuenta de que el kiwi necesita frío para desarrollar la fruta. En mi caso, hace 10 años, cuando planificamos la plantación de nuestros kiwis amarillos en Asturias, ya decidí establecerla a unos 20 km tierra adentro para tener la seguridad de contar con las horas frío suficientes para el cultivo", recuerda.
La cosecha terminó la semana pasada para Kiwis La Rodriga, y en breve comenzará la campaña comercial, en la que Rafael Olivo recomienda prudencia en los precios. "En España es cierto que habrá menos fruta, pero eso no quiere decir que haya menos fruta en el mercado. En Turquía, Italia o Grecia seguirán teniendo campañas bastante buenas, y si analizamos el consumo, vemos que en general el poder adquisitivo de la población ha disminuido, por lo que establecer precios altos esta campaña sería un error de cara al consumo. Y más aún, de aquí a Navidad, cuando el gasto en el consumo de otro tipo de alimentos aumenta".
"Nuestra fruta tiene un alto valor añadido, pero también tiene un coste de producción alto y un precio de venta normalmente alto respecto a otras frutas, por lo que para no romper las expectativas de consumo, debemos ser prudentes a pesar de contar esta campaña con una producción menor", concluye Rafael.
Para más información:
Kiwis La Rodriga
Salas, Asturias (España)
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