Investigadores del ICVV, el IFAPA y el GEM han localizado 34 perfiles genéticos de vid desconocidos en Almería, una de las provincias españolas con mayor tradición en lo que a producción de uva de mesa se refiere.
Estos perfiles genéticos no se corresponden con ninguno de los almacenados en bases de datos nacionales e internacionales.
De izquierda a derecha, en la parte superior, racimos de Blanca de los Ríos, Corazón de Gallo, De Datilillo Largo, De Pan Flor de Baladre; y, en la fila inferior, Uva Negra del Castillo de Benizalón, Uva Blanca de Real de Antas Santa Paula del Marchalejo y Uva Negra del Molino Zenete.
En el estudio han participado investigadores del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV, CSIC-Gobierno de La Rioja-Universidad de La Rioja), el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) y el Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM).
Las conclusiones han sido publicadas por la revista científica Plants People Planet (New Phytologist Foundation) en el artículo "Genetic fingerprinting reveals how traditional farming practices aided to preserve ancient table grape varieties in Almería (southeastern Spain)", firmado por Javier Tello, Álvaro Galán, José Miguel Martínez Zapater y Javier Ibáñez, del ICVV; Inmaculada Rodríguez Torres, del IFAPA; y Antonio Rubio Casanova, del GEM.
El trabajo de campo partió del muestreo de 220 parras de vid antiguas a lo largo de Almería, provincia que cuenta con siglos de tradición en la producción y comercialización de uva de mesa.
El estudio se centró en parrales antiguos, parras mantenidas en casas y jardines privados como fuente de uva para consumo familiar, así como en vides localizadas en zonas que actualmente no se destinan a la producción de uva.
Los objetivos del proyecto fueron la caracterización genética de dichas parras de vid, para llevar a cabo su identificación varietal y fomentar la conservación de aquellas que no se identificaran genéticamente, ya que podría tratarse de ejemplares de genotipos varietales de importancia en el pasado y que se encuentren en riesgo de desaparición.
El resultado de la caracterización genética de esas 220 parras —estudiadas mediante marcadores moleculares tipo microsatélite (SSR) y SNP— reveló hasta 71 perfiles genéticos únicos.
De ellos, 37 se identificaron como variedades de vid conocidas, de las que ya se ha documentado su presencia en distintas zonas de la península ibérica.
Los 34 perfiles genéticos restantes no se correspondieron a ninguno de los almacenados en bases de datos nacionales e internacionales.
El interés de estos perfiles desconocidos encontrados reside en que son fuente de diversidad genética, que es fundamental para encontrar soluciones a nuevos problemas o para la diversificación del mercado (en este caso, de la uva de mesa); en definitiva, para poder afrontar los retos vitícolas presentes, incluyendo los que derivan de las condiciones climáticas actuales.
Para más información:
Universidad de La Rioja
www.unirioja.es