La campaña del ajo tierno, en marcha en estos momentos en provincias como Cuenca, no se ha visto perjudicada por las lluvias en otra de las importantes zonas de producción que existen en España, Valencia, ya que, como explica Miguel Antonio Olivares, de La Olma, "la principal área de producción del Levante no se vio afectada por la DANA, y las lluvias fueron bienvenidas, según nos han comentado los agricultores".
"No obstante, por otros motivos el cultivo está pasando momentos difíciles. Concretamente allí, en la zona de Levante, han tenido la tradición de sembrar semilla de Mallorca, pero las plagas de virus, cada vez más frecuentes, y el hecho de que los agricultores van abandonando esta actividad porque se encuentran ante la gran dificultad de encontrar mano de obra, están haciendo que esta semilla escasee, por lo que se está tendiendo a sembrar ajo chino tipo Spring frente al ajo mallorquín de gran calidad que se utilizaba hasta ahora", añade Olivares.
"Por otro lado, ese problema común para todo el sector primario que es la mano de obra también nos está afectando a los productores de ajo tierno. Hay poca, y la que hay es cada vez más cara; y me atrevería a decir que lodos los trabajadores no españoles que vienen cada temporada a trabajar ya sea en la campaña del ajo tierno o el ajo seco, o en la del viñedo, son los que están ayudando a mantener la agricultura viva en pueblos como Mota del Cuervo, donde tengo mi empresa", explica el productor.
"Desde este pueblo, donde he sido alcalde y concejal, sirvo diariamente a las grandes cadenas de supermercados españoles, entre ellas El Corte Inglés, Carrefour o el grupo Ahorramás. El cultivo del ajo tierno me apasiona y, tras mi paso como técnico en la cooperativa especializado en ajo Copaman, decidí especializarme en este producto tipo gourmet".
"Justo por ser tan exclusivo, se comercializa habitualmente en bandejas de 100 o 150 gramos —de 200 gramos como máximo—, aunque cada vez se está tendiendo más a su venta en manojos", prosigue Olivares, "y lo más interesante es que sus precios son muy estables, al contrario de lo que ocurre con el ajo seco, que puede experimentar fluctuaciones muy grandes de un año a otro".
"La cosecha admite, afortunadamente, cierta mecanización, y dada la alta densidad en la siembra del ajo tierno, con superficies pequeñas se puede obtener un nivel de venta importante: la producción por hectárea puede llegar a los 30.000 kilos y el precio en campo al agricultor suele oscilar entre 1,20 y 1,30 euros por kilo, lo que supone un producto bruto de más de 36.000 euros por hectárea".
"El ajo tierno es, además, un producto cuyo consumo se sigue manteniendo en todo el arco mediterráneo a lo largo de todo el año, como vemos en La Olma, por lo que aunque la agricultura está sumida últimamente en bastante incertidumbre e incluso en cierto temor, soy positivo respecto al futuro del ajo tierno", expresa Miguel Antonio Olivares.
"Además, en mi caso, tengo la gran suerte de saber que mi empresa seguirá adelante cuando yo me jubile. En Mota del Cuervo, diría que la media de edad de los agricultores en activo debe estar en torno a los 70 años; muchos de ellos tienen explotaciones muy buenas y rentables, pero que en unos años, cuando empiecen a tener problemas de salud u otras dolencias, desaparecerán porque no hay nadie que quiera continuar esa actividad".
"En mi caso, mi hijo está dispuesto a continuar el cultivo de ajo tierno que ha convertido a La Olma en el mayor especialista de España en esta hortaliza. Hemos servido a diario sin fallar nunca a un cliente, y ahora tengo la seguridad de que podremos seguir surtiendo al mercado con la misma calidad y compromiso también en el futuro", concluye.
Para más información:
La Olma
Polígono Industrial La Serna, parcela 11
16630 Mota del Cuervo, Cuenca (España)
Tel.: +34 967 182 557
[email protected]
www.laolma.es