En estos días invernales, Jeroen Pompoen, la empresa del productor Jeroen De Ridder, se encuentra ya en plena temporada de calabazas. "No podemos quejarnos. Las ventas, por ahora, están siendo buenas. Puede que la producción haya sido un poco menor, pero la capacidad de almacenamiento está siendo mucho mejor que el año pasado", afirma el agricultor de Sint-Gillis-Waas, en Flandes (Bélgica).
Junto con su mujer, Ilse, Jeroen tiene en el citado municipio una explotación en la que cultiva 25 variedades distintas de calabaza en alrededor de 64 hectáreas, aunque la mayoría son de las variedades Hokkaido y Butternut. "Estas calabazas tienen una muy buena capacidad de almacenamiento. Aunque el rendimiento ha sido menor de lo esperado, con una caída del 2-3% para la Hokkaido y un porcentaje similar para la Butternut, la situación es muy distinta a la del año pasado. Creo que esto se debe sobre todo a que este año hemos sembrado en épocas diferentes, porque las condiciones meteorológicas en primavera fueron bastante malas. Solemos sembrarlo todo entre mediados de mayo y el 1 de junio, pero esta vez lo distribuimos un poco más. Hicimos una parte alrededor del 20 de mayo y otra el 7 de junio, el 14 de junio e incluso el 28. Eso nos ha permitido planificar bien la cosecha y evitar retrasos. Antes, si cosechábamos el producto demasiado maduro había problemas de almacenamiento y había que vender rápido. Si luego había poca demanda, los precios a menudo dejaban que desear. Ahora podemos distribuir mejor las ventas".
El pico de ventas de la Hokkaido
La estrategia ha funcionado bien esta temporada, señala Jeroen. "Al principio de la temporada las ventas fueron muy buenas. Luego, las dos últimas semanas han sido un poco más tranquilas, pero espero que la cosa repunte a finales de esta semana. A finales de noviembre y principios de diciembre siempre baja un poco el ritmo, pero ya están empezando a llegar algunos pedidos para los próximos días. Ya no se registran grandes subidones de cara a las Navidades. Con la Hokkaido se observa un pico de ventas a finales de octubre, y en vísperas de la Navidad, las ventas son un 20% superiores a las de una semana normal, pero tampoco más".
La empresa suministra sobre todo al mercado nacional belga. "Aquí sí se nota la diferencia entre la Hokkaido y la Butternut. Durante nuestra temporada, que va de finales de agosto a enero, la demanda de Butternut crece a medida que avanza septiembre. Luego se mantiene estable hasta el final de la temporada y continúa distribuyéndose hasta que llega la primavera. La Hokkaido registra más fluctuaciones durante la temporada. Eso sí, las ventas se mantienen a buenos niveles y por ahora llevamos ya 1,5 millones de kilos vendidos, así que no se puede decir que se venda mal".
Dificultades para alargar la temporada
"No empezamos a exportar la Hokkaido hasta finales de temporada, dado que la demanda cae después de Año Nuevo. Es una pena, pero en ese momento, la mayor parte del producto belga se va agotando y los consumidores se olvidan de que sigue habiendo oferta, aunque más limitada, y el retail tampoco la absorbe. La Hokkaido es muy estacional, así que para entonces miramos más el extranjero. El hecho de que esto pase después de Año Nuevo quizá no nos venga del todo mal este año, ya que tengo entendido que, por ahora, no está habiendo tanta demanda como se esperaba. Eso sí, en el mercado de exportación puede cambiar todo muy rápido".
Jeroen e Ilse De Ridder-Heyrman
"Por cierto, hay iniciativas para tratar de impulsar las ventas incluso después de enero, pero desde la perspectiva del productor, esto es complicado", continúa Jeroen. "De haberlo querido, este año podría haber agotado existencias a mediados de diciembre. Para poder alargar la campaña, también tiene que haber suficiente producto. Además, puedes intentar ofrecerlo almacenado hasta marzo, pero a veces, como el año pasado, el resultado puede acabar siendo decepcionante. ¿Vale la pena correr el riesgo como productor de perder mucho producto? Con las promociones adecuadas, las cosas pueden salir bien. La visibilidad puede tener un gran impacto en las ventas, quizá incluso más que el precio, porque a veces se logran aumentos de entre un 30% y un 40%, pero no todos los años son adecuados para ello.
En definitiva, tenemos la intención de continuar suministrando producto hasta febrero, pero quizá no mucho más. Marzo suele ser tranquilo, y después, en abril, nos pasamos al hinojo. Ese es nuestro ciclo", concluye Jeroen.
Para más información:
Jeroen De Ridder
Jeroen Pompoen
Heerweg 3
9170 Sint - Pauwels (Bélgica)
Tel.: +32 (0)484 73 86 64
[email protected]
www.jeroenpompoen.be